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Cuando ambos llegaron, TaeHyung agradeció y tomó —inconscientemente— la mano de JungKook, jalando de él para que ambos corrieran hasta el portón de entrada, el cual ya estaba medio cerrado.

Lograron entrar sin una tardanza en sus agendas, pero al ver a lo lejos la puerta cerrada del salón, Kim lloriqueó y se echó a correr otra vez, sin soltar la mano de JungKook.

El último intentaba pararlo, sin lograr mucho pues el otro solo seguía corriendo. El barbijo no le permitía respirar bien y ya se estaba quedando sin aire.

Pero cuando estaba a nada de decir algo, el castaño se detuvo, ya habían llegado a su destino.

Suspiró, más que nada porque casi grita una palabra, también porque le faltaba el aire. Pero más que nada porque casi, CASI le reclama al mayor, con palabras, hablando, moviendo la boca, haciendo temblar sus cuerdas vocales.

¿Qué mierda, JungKook?

No se dio cuenta cuando comenzaron a ingresar al salón, el profesor había permitido su entrada, tampoco le prestó atención a sus dedos aún entrelazados.

Le latía el corazón, este golpeaba y golpeaba contra su pecho. Es porque has corrido mucho, se convenció, asintiendo a sus propios pensamientos.

—¿Ahora eres marica? —molestó uno de sus compañeros, por lo que bajó la mirada mientras se sentaba en su lugar. Inmediatamente soltando la mano de TaeHyung.

—¿Por qué? ¿Buscas novio? —respondió el mayor, a lo que varios soltaron un uhhh.

—Silencio, estudiantes. Shin, no se dirija de esa forma a su compañero, discúlpese. —el profesor se cruzó de brazos, esperando.

El mencionado rodó los ojos, y murmuró. —Lo lamento, Jeon.

—¿Ustedes lo escucharon? —preguntó a los de al frente, quienes negaron. —Repita lo que dijo, estudiante

—Dije que lo lamento. —volvió a decir, esta vez más alto.

—Bien, que no vuelva a pasar.

JungKook sonrió bajo la mascarilla.

★★★

—¡Ah! El otro día un niño perdió a su mamá, o su mamá a él, bueno, la cosa es que me quedé con él un ratito en lo que la señora regresaba. El pequeñito estaba tan asustado... —contaba alegremente Tae, dándole la espalda para que pudiera comer sin problemas.

Le gustaba que el otro comprendiera que no le gustaba que lo vieran sin barbijo, le gustaba que supiera que no le gustaba hablar, también le parecía muy lindo que estuviese practicando lenguaje de señas para poder comunicarse con él, le gustaba que dijera todos los insultos que él no podía soltarles a los que lo molestaban, le gustaba TaeHyung.

Le gustaba TaeHyung...

Esa misma noche, SeokJin se acercó al cuarto de JungKook con la cena. Antes de tocar la puerta, escuchó una guitarra, por lo que se pegó más para poder oír. Entonces, oyó la voz de su hermano, cantando.

Soltó lágrimas de felicidad, porque hace años que no escuchaba a JungKook cantar.

...

creo que voy a hacer los capítulos cortos pq cuando los hago cortos actualizo más rápido 🤺

- Sofia ReFus.

Misión Jeon JungKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora