Amor de rancho [km au]

01. Llegó.

Murmullos se escuchaban en el lugar. Los trabajadores hablaban sobre la llegada de un invitado especial muy querido en la familia Kim.

— Ay dios mío, ¿quién será el muchacho? .— preguntó una joven.

— Pues no sé aún pero dicen que es un riquillo .— respondió un muchacho.

— Ay no, de seguro es fresa .— dijo la misma joven que preguntó.

— No es cierto, ese niño es un pan de dios. Es muy bueno ese muchacho, hace diez años que no venía al rancho .— comentó una viejita, que era querida por la familia donde trabajaba.

Llegó corriendo un niño, se veía agitado por correr pero asombrado.

— Ya llegó el muchacho y está rete bonito .— comentó sorprendido, haciendo que los trabajadores salieran a verlo.

Y efectivamente tenía razón el niño, bajaba un joven muchacho que por cierto era muy atractivo con muchas maletas haciendo que los trabajadores hicieran muecas de disgusto.

— ¡Bienvenido Jiminnie! .— comentó emocionada la señora Kim, abrazando a Jimin.

— Me alegra de verla nuevamente, el lugar sigue siendo hermoso como las veces que recuerdo .— dijo sonriendo y viendo el lugar.

— Bievendio hijo, ¿cómo fue el viaje? .— preguntó el señor Kim.

— Un poco cansado pero valió la pena completamente, ¿y Taehyung? .— preguntó el peligris, buscando a un cierto chico rubio.

— ¡JIMIN! .— gritó el rubio, corriendo hacia el y quererlo abrazar.

— ¡TAEHYUNG! .— respondió al grito.

Y nuevamente se escucharon murmullos, sobre todo que si ese joven era la pareja del uno de los hijos de los dueños.

— ¿Y mi abuelita dónde está? .— preguntó Jimin.

— Ella está en la cocina .— le respondió su amigo.

El peligris fue corriendo a la cocina a buscar a su abuelita, la viejita se encontraba cortando unas frutas.

— Abuelita, ya vine. Te extrañé demasiado .— le dijo, abrazándola.

— Ay mi niño, ya estás grandote. Me alegro de verte, después de tanto años .— correspondió el abrazo a su nieto.

La viejita no era familia sanguínea de los Kim y de Jimin, pero ambos se tenían un cariño como si lo fueran y es que así se consideraban.

Jimin fue consentido por toda la familia Kim y la abuelita.

La viejita le dio de comer a Jimin, ya que ella decía que estaba muy flaquito, que necesitaba comer más porque sino se podía enfermar.

Después que comió, le ayudó a los trabajadores a subir sus maletas y cuando acabaron les agradeció con una sonrisa amable y una reverencia, lo cual fue sorprendido por los mismo trabajadores.