Extra

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Lan Xichen fue el primero en recibirla, pero una parte suya todavía no lo había procesado. Pestañeó tontamente y estiró la mano para agarrar la invitación que venía de una pulcra mano con un anillo de plateado en el dedo anular.

Sabía que Lan Wangji no bromeaba cuando le dijo sobre su compromiso, pero por alguna razón, su cerebro lo ignoró. No porque le disgustara la relación ni por algún motivo relacionado, sino porque estaban juntos hace un invierno: menos de tres meses y ya estaban comprometidos. Lan Xichen ni siquiera había asimilado que dos personas tan opuestas funcionaban juntos en una relación y su hermano esperaba que hiciera lo mismo pero con el matrimonio.

Su única respuesta fue una risa amable, llena de sorpresa. Abrió la invitación que no tenía nada en la portada, pero adentro decía que era "invitado a la unión en santo matrimonio de Wei Ying y Lan Zhan", seguido de una fecha y un lugar. Bueno, al menos se tomarían su tiempo para organizarla.

—Wangji, estoy tan contento por ti. Por ustedes.

—Tengo que pedirte un favor.

—Lo que sea.

—Sé mi padrino de bodas.

Su hermano estaba serio y expectante. Lan Xichen no había digerido la relación, tampoco el matrimonio, ¿Y ahora era el padrino? Su sonrisa se extendió. Estaba conmocionado y había mucha felicidad en su corazón, puesto que había visto de primera mano lo contento y radiante que estuvo Lan Wangji los últimos meses.

—Es un gran honor y daré mi mejor esfuerzo.

Puso una mano en el hombro de su hermano para abrazarlo, cuando vio escándalo en un costado.

Así que habían decidido el primer día de vuelta al trabajo para repartir las invitaciones. Wei Wuxian estaba a los gritos, repartiendo como si fueran panfletos, mostrando su anillo con orgullo, parloteando mucho más ruidoso y cantarín que de costumbre. Los dos lo observaron en silencio, y aunque Lan Xichen no terminaba de comprender cómo era que funcionaba, sabía que ambos eran dichosos.

Tenían su aprobación. Se encargaría de hacer el mejor discurso de bodas que se haya hecho en la historia.

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Al fin pude terminar de publicarlo. Hace rato no odiaba algo con tantas ganas. Bye.

Artes de la Cultivación®Where stories live. Discover now