Oɴᴇsʜᴏᴛs |ᵉᵈᵐᵃʸ

Iluminación

Autor: T-Rex Marine

Word count: 2593

Summary: Doble D le dice a Ed algo que cambia por completo su mundo y sus sentimientos por May.

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Si tan solo....

Ese fue más o menos el proceso de pensamiento de Ed durante los últimos días. No había sido su yo feliz y afortunado habitual la semana pasada. Su sonrisa tonta usual había desaparecido, simplemente había caminado hacia su destino en lugar de correr hacia él a toda velocidad, inclinándose hacia atrás con los brazos balanceándose.

Y para horror de sus mejores amigos, cuando le ofrecieron salsa, dijo que no tenía hambre.

Entonces, para abreviar, Ed simplemente no estaba siendo Ed.

Ed estaba en medio de un dilema. Desde el Día de San Valentín, May ya no lo perseguía. De hecho, parecía estar haciendo todo lo posible para evitarlo. Normalmente, esto debería haber sido algo bueno, dado el largo historial de los Eds de intentar y fallar de dejar atrás a sus admiradoras agresivamente afectuosas.

Pero May parecía triste. Y Ed nunca había querido que ella estuviera triste.

En verdad, May le gustaba mucho. Ella era bonita, le gustaba la misma comida que a él, le encantaban las películas de monstruos y en realidad era bastante agradable.

Debería ser tan simple. Si le ella gustaba, ¿por qué huía? Bueno, la respuesta a esa pequeña pregunta fue lo que le había estado molestando durante tanto tiempo.

—Gérmenes de niña —suspiró.

Gérmenes de niña estúpidos, repugnantes, asquerosos y cursis.

Si no fuera por eso, ya habría le devuelto el beso a May con mucho gusto. Realmente, realmente quería también.

Pero Sarah le dijo que si lo hacía, se pondría muy enfermo y no le gustaría más las tostadas con mantequilla ni los pollos.

Ed estaba destrozado. No quería ponerse así de enfermo, pero no podía soportar ver que May este triste cada día. Lo estaba destrozando.

Así que, naturalmente, buscó la ayuda de la persona más inteligente que conocía.

—¡Doble D! ¡Doble DEEEEEEEE! —Se lamentó Ed, golpeando la puerta de la casa de Doble D.

Doble D abrió la puerta. —Oh, hola E- —Doble D fue interrumpido por el puño de Ed aún haciendo un movimiento de golpe contra la puerta ahora abierta, que desafortunadamente lo derribó al suelo.

—¡Doble D! —Continuó gritando Ed.

—¡Ed! —Gritó Doble D, frotándose la cabeza adolorida que yacía sobre la alfombra. Miró hacia abajo con una pequeña sonrisa.

—¡Hola Doble D! ¿Por qué estás en el suelo? —Preguntó, genuinamente confundido, aparentemente sin darse cuenta de que casi deja inconsciente a su amigo en su desesperación por llamar su atención.

—Ugh, no hay razón en particular. Siéntete como en casa. Voy a, argh, adquirir una bolsa de hielo para evitar la hinchazón.

—Oki doki —chirrió Ed, corriendo escaleras arriba para subirse a la cama de Doble D, que antes estaba cuidadosamente doblada.