Memory de amour |FINALIZADA]

Trente quatre

—¡Inglaterra bajame ahora mismo!— grite llena de furia mientras que hacia un puño con mis manos, lo que más me molestaba no era que me tuviera cargado, sino la sonrisa petulante que Francia tenía dibujado en su estúpido y atractivo rostro.

—Get the car ready France, we'll take a long ride [Prepara el auto Francia, daremos un largo paseo]— Inglaterra ignoró mis palabras, pero aún así en la nube de mi enojo era capaz de percibir el tono molesto.

—¿Es acaso eso una amenaza? Que no se te ocurra hacer nada ¿me oíste Inglaterra? Y tu Francia, ¡deja de sonreír!— pedí con molestia mientras que me removia, tratando de salir de entre los brazos de Inglaterra, pues este parecía no querer dejarme ir.

—Oh, buenos días señores ¿a dónde van?— pregunto ONU mientras que nos veía salir de la cede con tranquilidad.

¿Hola? ¡me están secuestrando organismo inservible!

—Pour une promenade, ma rose a hâte de partir [A dar un paseo, mi rosa está ansiosa de ir].

—¡Eso es mentira! ¡Yo no he accedido a nada!

—¡Diviertanse!— deseo ONU mientras que se despedía e iba a la sala de reuniones de la cual me sacaron.

Cuando salimos fuera de la cede había un auto negro esperando, y mientras Francia abría la puerta Inglaterra decidió bajarme por fin, pero solo para que me subiera al auto, y una vez que yo estuve dentro ambos se metieron y me acorralaron mientras que le decían al conductor que arranqué.

—Si miren, fue el secuestro más divertido que he tenido pero ya no es gracioso— les dije con molestia a ambos países.

—Tienes sólo 5 segundos para explicar el beso con Italia.

Me estremeci sin poder evitarlo cuando escuche la profunda voz de Inglaterra hablando en un español muy pintoresco, todo mi cuerpo se tensó, y aún más al ver su postura, tenía las piernas separadas, y apoyaba en ellas sus codos mientras que se inclinaba levemente hacia delante, ni siquiera era capaz de verme, solo veía al frente, y cuando voltee a ver a Francia, el estaba sonriendo, pero tampoco me miraba a mí.

—Qué absurdo.

—5...

—¡No tengo que dar explicación de nada!— trate de defenderme cuando Inglaterra comenzó el conteo.

—4...

—Hagan lo que quieran, no me importa.

—3...

—No les debo explicaciones.

—2...

—¡Fue antes de que pensara que me gustaban! No cuenta para nada ¿bien? Digan o hagan lo que quieran, no les debo nada.

—1...

—Metanse su cuenta regresiva en...

Antes de que pudiera seguir con mis insultos ee intentos de defensa, Inglaterra tomó uno de mis tobillos y tiró de el hasta que mi cuerpo quedó acostado sobre el asiento del auto, y mi torso sobre el pecho de Francia, que estaba listo para recibirme.

—Tic tac, my love.

Inglaterra acarició mi pierna  desde el comienzo de  mi tobillo hasta el interior de mi muslo, sus manos  levemente ásperas me hicieron estremecer, pero  no me movió o reuhi de su contacto, me quedé quieta.

—¿Qué vas a...?

Solté un gemido involuntario cuando una de las manos de Francia empezó a masajear mi  pecho, jugueteando con el pezon, sus manos estaban frías, pero lejos de disgustarme, se sentía demasiado bien.