¿Cómo conquistar a una lectora? ©✓ (BILOGÍA LECTORES I)

1. Perfecto idiota

Lauren.

¿Qué es lo que hace irresistible a un chico?

¿Sus ojos?

¿Su cuerpo?

¿Su cabello?

¿Su sonrisa?

No lo sé, si hablamos de lo físico claro que cualquier chica se fijaría en eso primero. Las personas son como un libro, a veces sus portadas nos llaman la atención, pero depende del contenido si decidimos quedárnoslo o no, pero hay portadas que llaman mucho la atención, portadas sexys y peligrosas que gritan: ¡léeme! Y mi portada favorita estaba sin camisa a unos metros de mí.

Travis James.

Aquel chico era un claro ejemplo de fuckboy a simple vista. Popular, sexy, caliente, guapo, carismático, simpático y con una sonrisa moja bragas. Era perfecto. Perfecto para el personaje que estaba creando.

—Su mirada gritaba: acércate, pero cuando intentaba hacerlo me sentía mareada y con muchas mariposas en el estómago. Estaba enamorada de Trevor Jones. Era un romance nada sano y enfermizo, pero me conformaba con contemplarlo y amarlo desde lejos porque sabía que nunca le gustaría, después de todo ¿quién se enamoraría de alguien como yo?

Terminé de escribir el capítulo uno de mi libro en wattpad e inmediatamente lo publiqué. Después lo editaría porque mis lectoras me lo habían pedido desde hace semanas.

¡Y yo nunca les fallaba a mis lectoras!

Por suerte para ellas la persona en la que me inspiré para darle vida a Trevor estaba en ese momento dispuesto para mí. Cerré la aplicación, guardé todo en mi bolso y lo coloqué sobre mi hombro para comenzar a caminar, mientras lo hacía, tomé el sándwich que había dejado por la mitad y me lo llevé a la boca a la vez que trataba de sostener con una mano mi maqueta y con la otra mis carpetas.

A primera vista parecía un puerco, pero en vez de una manzana tenía un sándwich de queso en la boca.

Mi exposición del sistema nervioso humano comenzaba en veinte minutos, y no tomé en vano cinco tazas de café para terminarla. Bajé de las gradas y me dirigí hacia el pasillo, pero un repentino golpe en la espalda me tomó desprevenida y me hizo perder el equilibrio, provocando que cayera boca abajo en el césped.

Muchos creerían que lo primero que hice fue verificar que mi proyecto no se hubiera visto afectado por la caída, pero es erróneo. Mi primer instinto fue sufrir por mi sándwich de queso que ahora era un simple alimento embadurnado de tierra.

Me sentía como Harley Quinn, llorando por un sándwich de queso...

<< ¡Oh dios, sí duele! >> me lamenté con drama.

Todas mis cosas estaban esparcidas en el suelo incluyendo mis papeles y cuando me dispuse a recogerlas reparé en... ¡mi maqueta! Rápidamente la revisé y gruñí cuando vi que la cabeza de mi humano se había roto. Maldije en voz alta.

—Joder, ¿estás bien?

Levanté la mirada de golpe. Era Travis con un balón de fútbol en sus manos. Lo miré como quien ha visto a un culpable en un juicio. Había sido él. ¿Acaso creía que golpeándome con un balón iba a llamar mi atención? ¿O era simplemente yo haciéndome ilusiones?

—No te molestes Travis, ya me ayudaste lo suficiente —escupí con amargura desviando la vista a mis arrugados papeles.

—¿Cómo sabes mi nombre? —cuestionó, intrigado.

—Todo el mundo te conoce y estamos juntos en dos clases —le aclaré sin darle largas a la conversación.

Tomé con brusquedad mi carpeta y metí apresuradamente todos mis papeles revueltos para escapar lo más pronto posible de aquel encuentro tan indeseado.