¿Cómo conquistar a una lectora? ©✓ (BILOGÍA LECTORES I)

23. ¿Enamorados? Si

Travis.

¿Qué haces después de que la chica a la que amas te diga que sólo te considera un amigo con derecho?

¿Lloras?

¿Gritas?

¿Haces como si nada y obvias el hecho de que estás en la friendzone?

Si, estaba tratando de averiguar qué era eso que asustaba tanto a Lauren para que después de haber hecho todo lo que hice por ella me rechazara por… No llevaba la cuenta, pero creo que iban como 5 veces que me rechazaba, sin embargo, eso no era lo importante, lo importante es que Lauren me estaba volviendo loco, pero no de una buena forma.

Sus rechazos estaban empezando a afectarme, y no me sentía cómodo al sentir cómo mi seguridad empezaba a decaer, hacia un buen esfuerzo por fingir que no le tomaba importancia al tema pero la verdad es que me molestaba, me lastimaba y ya no encontraba la forma de hacerle ver a esa cabezota que la amaba.

Aunque Lauren se afanara en hacerme ver su rechazo, no podía mentirme en algo. Empezaba a sentir algo por mi, y ese pensamiento me hizo sonreír con esperanza.

Observé cómo Abby se la llevó escaleras arribas a su habitación y le guiñé un ojo antes de caminar hacia jardín que era donde se estaba celebrando la fiesta.

En el camino me encontré a mamá y me detuvo recibiéndome con un cálido abrazo.

—¿Por qué no me avisaste que habías llegado? —reprochó tomándome de las manos.

—Me topé con Mer y Abby y les presenté a Lauren —expliqué besando sus manos.

—¿Lauren? ¿Quién es Lauren? —cuestionó enarcando una ceja.

Odiaba mentir y más a mi madre pero tenía que hacerlo, en parte también estaba siendo un poco egoísta porque me agradaba que mi familia se hiciera la idea de que Lauren era mi novia.

—Mi novia, se llama Lauren Piper.

Como lo esperaba, la noticia la tomó por sorpresa y vi con entusiasmo cómo mi madre se llevaba una mano a la boca.

—¿Novia? —preguntó, escrutándome con la mirada—. ¿Desde cuándo tu tienes novia?

Elevé una ceja, divertido por su reacción.

—Desde hace dos meses —respondí sin poder contener mi sonrisa, ella dudó, pero al ver mi cara de tonto enamorado me regaló una pequeña sonrisa y volvió a tomar mis manos.

—Con esa cara no dudo que esa chica te tiene atrapado —musitó satisfecha—. Tu padre tenía la misma cara cuando me vió por primera vez, tus abuelos decían que parecía un bobo —indicó con cierta melancólica, la atraje hacia mi acunándola entre mis brazos. Ése siempre era un tema difícil de tocar.

Mi padre murió de cáncer cuando yo tenía 10 años, y aunque la última imagen que tengo de él es postrado en una cama, prefería recordarlo como el hombre que ignoraba su enfermedad y jugaba conmigo todos los días en el jardín. Era un recuerdo triste y melancólico pero me gustaba guardar sólo los buenos momentos que pasamos mis hermanos y yo con él. Después de unos años en luto, mi madre conoció a Jim cuando cumplí quince y se casaron en la primavera de hace un año.

El suspiro de ella me trajo de nuevo a la realidad y traté de mostrarme recompuesto, aunque por dentro los recuerdos me seguían carcomiendo. Muchos dirían que eso pasó hace mucho pero seguía doliendo como la primera vez.

—Ay perdóname, no quise recordar...

—Mamá, está bien —la tranquilecé—. No pensemos en eso ahora ¿vale?