Capítulo 5

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Era casi la hora en que cada mañana se reunían los guardias de la mansión Santemo para comenzar cada día; y justo antes de sentarse a la mesa el jefe de seguridad, apareció Tamy en la puerta.

―Buenos días ―saludó la chica y, cuando se disponía a sentarse, la voz severa de su superior la hizo detenerse.

―Vuelve a llegar tarde, agente.

Tamy miró su reloj y luego nuevamente a su superior. ―Disculpe contradecirlo, pero realmente llego tres minutos antes, señor.

Ciertamente la chica tenía razón, pero por ser nueva; sabía que todos los ojos posibles estarían sobre ella. Igualmente estaba preparada de antemano para recibir un regaño visto que acababa de llegar a la mansión con Jamie, pero estaba segura que nadie se había percatado porque tomaron todas las precauciones posibles, además que se había alistado en tiempo récord para estar puntual a su diaria rutina matutina... Esta vez, estaba segura que no tenían nada en contra de ella.

―Jm... está bien... tiene razón ―respondió el tipo, mirando su reloj.

Tamy suspiró para sus adentros y ocupó su puesto. Moría de sueño, visto que no había dormido prácticamente nada en dos noches, pero debía parecer lo más recuperada posible, porque un guardia de seguridad que permita que el sueño o el cansancio le hagan su presa, hallaría un despido seguro.

Con resignación cumplió la rutina de entrenamiento y luego corrió a su habitación, necesitaba al menos media hora en la cama; y visto que Jamie de seguro despertaba muy tarde como sabía que acostumbraba a hacerlo, ella tendría la posibilidad de tomarse unos minutos extra sin que nadie notara su ausencia en los pasillos.

Tomó una ducha rápida y salió del cuarto de baño en ropa interior. Se disponía a dejarse caer en la cama cuando alguien llamó a su puerta. Le pareció muy extraño, pero sin hacer esperar, se envolvió en una toalla y abrió la puerta, ocultándose un poco detrás de esta.

―Disculpa que te... ―comenzó a decir Jamie parada en medio de la puerta, pero de repente volvió a quedarse muda como en la cabaña la noche anterior, su mirada impactó con la de su agente y luego disimuladamente por las gotas de agua que aún llevaba encima.

―¡Disculpe! Enseguida estaré lista, yo sé que es casi hora de... ―se apresuró a responder Tamy mientras corrió a tomar su ropa sobre la cama e inició a vestirse a toda velocidad.

―N-No, no... yo... precisamente venía a decirte que... ―los ojos de Jamie recorrían de pies a cabeza la chica que se vestía ante ella, creándole una extraña sensación. Se vio obligada a apartar la mirada―. Bueno, sé que por mi causa estás falta de sueño, así que... puedes estar tranquila por algunas horas y...descansar. Nadie te molestará; eres mi guardia personal... Yo estaré en mi habitación hasta poco antes del mediodía... luego sí saldremos.

Tamy suspiró aliviada. Se había quedado a medio vestir. Aquella noticia sólo le hizo desear caer en la cama y aprovechar cada minuto que tendría para tratar de conciliar un sueño reparador; lo necesitaba. Asintió con la cabeza y cuando se percató que aún estaba semidesnuda volvió a cubrirse con la toalla que había lanzado sobre la cama con el arrebato de vestirse.

―¡Disculpe otra vez!... Santo Cielo... ―murmuró, terminando de cubrirse―. Gracias por avisarme.

Jamie esbozó una media sonrisa, dirigiendo la mirada hacia ella. ―No es nada, yo... yo también necesito descansar.

―¡Síp!

La heredera Santemo volvió a sonreír.

Tamy se aclaró la voz. ―Bueno, entonces... si ya usted...

Proyecto Zeus (Disponible Completa En Amazon) Where stories live. Discover now