Tres

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La mañana llega junto con el sonido de trinos suaves que T/N logra escuchar. Abre los ojos lentamente, sintiendo su cuerpo un poco agotado pero al mismo tiempo como si por primera vez en muchos años hubiese dormido placidamente. Escanea el lugar donde está, recordando que ya no está en las jaulas, y a su lado con las sábanas enredadas entre las piernas y la espalda desnuda llena de cicatrices, Toji está profundamente dormido.

Piensa que aún cuando está dormido, se ve como una enorme pantera que nadie debe despertar. Está dormido, pero aún así si cualquiera le tendría miedo.

Por encima de él, observa las puertas corredizas, la tela retiene la luz del día pero de igual forma deja entrar claridad. Quizás fue eso lo que terminó de despertarla. Se da cuenta, de que en realidad, es la primera vez en años que verá directamente el sol.

Hace tres días cuando anunciaron la boda, fueron a buscarla a las jaulas en medio de la noche, y aunque se suponía que eran preparativos, lo único que hicieron fue meterla en otra habitación hasta la madrugada del día del día de ayer, en el cual solo pudo observar la claridad del sol muy a la distancia. En su antigua habitación, no había ni una sola ventana, el único objeto de luz era aquel perezoso bombillo amarillo del pasillo de cuál claridad solo podía apreciar cada que tenía un cliente pues la abertura de su puerta estaba cerrada.

De pronto, sus dedos picaron por la necesidad de poder tener esa sensación de calor en su piel. Miró a Toji que aún no movía un músculo, sabía que su deber era obedecer y que quizás sería reprendida por haber actuado por su cuenta pero algo dentro de ella no la dejó permanecer tranquila como siempre.

Sin hacer ruido, se sentó en la cama para retirar las sábanas sobre ella y colocarse de pie. Sus piernas temblaron un poco, Toji había sido relativamente amable pero no la dejó descansar demasiado. Con sigilo se acercó hasta la puerta corrediza, se preguntó si sonaría muy fuerte si la abría. Sus dedos se posaron en la tela de la puerta, al sentir el calor en ella, por dentro sintió emoción. Tanta, que por un segundo no le importó si la puerta haría ruido o no, lo que la detuvo fue algo muy simple; seguía desnuda.

No tenía vergüenza de ello, pero detenidamente pensó que ahora como la esposa de Zen'in Toji, no podía permitir que otras personas la vieran así. Giró su cabeza, observó el traje de la boda, pero realmente no quería ponérselo, era demasiado caluroso y pesado así que resultaba molesto para ella quien acostumbraba a no usar nada.

-¿Menos de un día y ya quieres huir? -su voz ronca de haber recién despertado hizo que diera un pequeño salto del susto.

Se volteó a verlo, sentado en el borde de la cama frotándose los ojos.

-No es así, Toji-sama -explicó-. Yo solo quería... Ver el pequeño jardín de afuera. Lamento mucho haberlo despertado.-bajó un poco la cabeza.

Él se le quedó viendo y soltó un sonoro bostezo.

-No fuiste tú quien me despertó -se levantó de la cama y fue hasta un armario al lado del tocador, sacando una yukata y se la lanzó a la chica-. Toda el ala este de la casa es mía, por lo que no debería haber nadie que pase por el jardín. De todas formas, vístete antes de abrir la puerta.

Dicho eso, el se vistió también con una yukata oscura y mucho más grande que la de ella. T/N, tratando de lucir calmada, se vistió con tranquilidad como si no quisiera abrir desesperadamente la puerta corrediza.

-¿Y bien? -habló tosco al verla parada sin moverse- ¿No querías ver el jardín?

Ella asintió y se giró a la puerta, parecía calmada pero la verdad es que abrió la puerta mucho más rápido de lo que sus acciones previas demostraban. El sol golpeó con fuerza su rostro obligandola a cerrar los ojos y retroceder un paso casi tropezando. Su espalda choca con algo, y se da cuenta de que es el pecho de Toji, este la sostiene por la cintura evitando que caiga.

Matrimonio De Libertad (Fushiguro Toji X Reader)Where stories live. Discover now