Capítulo 28

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Capítulo 28

H: perdóname pero un hombre casado no tiene nada qué hacer con una mujer que no es su esposa a solas...

Leo: ¿Tienes miedo de rendirte a mis encantos??

H: No. Miedo no. (Evitando mencionar la forma en la que estaba vestida, pijama para ser explícitos) Otro día si quieres nos tomamos un café... Debo irme... (Con un gesto educado de inclinación de cabeza)

Leo: claro que me tienes miedo... Eres un cobarde... Pero tarde o temprano vas a caer en mis brazos, Heriberto... Soy la gran Leonela Montenegro... (Observándolo desaparecerse por la salida)


Por la noche...

MANSION RIOS BERNAL

*Habitación Matrimonial*

Luego de compartir un rato con los muchachos, cenar y acostar al bebé, llegaba el tiempo en que Heriberto y Victoria podían compartir como pareja, en la libertad e intimidad de su recámara...

Después de un baño, él hojeaba un libro sobre "Alcoholismo" recostado en la cama, cosa que llamó la atención de Victoria, que veía algo de televisión mientras se untaba crema en las piernas.

V: mi amor...

H: ¿Hmm...? (Pasando de página, alzó la mirada hacia su esposa)

V: ¿Dónde fuiste hoy?

H: ¿Hoy? (Mirándola sobre los anteojos) Estuve en el CRIT todo el día...

V: si, pero te hablé al mediodía y me dijeron que habías salido...

H: Ah, sí... A esa hora fui al departamento... (Dejando los lentes sobre el libro abierto y observándola fijamente a lo que hacía)

V: ¿Al fin vas a venderlo o no?

H: no... Pedro me llamó para que fuera a arreglar unos papeleos, no sé bien porque no lo encontré...

V: ¿Y Leonela?

H: ¿Qué con ella?

V: ¿No andaba por ahí? (Notando que él le estaba mirando las piernas cuando se volteó a verlo)

H: pues ahí vive...

V: eso significa que sí la viste... (Haciéndole un gesto para que la mirara a los ojos)

H: me la encontré en la recepción... (Ahora sí mirándola a la cara) ¿Sabías que tiene problemas con el alcohol?

V: Ah, por eso el libro... (Poniéndose en pie cuando hubo acabado con la crema)

H: Mi amor... No vayas a creer cosas que no son...

V: sé lo que veo. Y una sola vez me bastó para notar que le gustas...

H: Victoria, por favor... Ven a la cama... (Extendiéndole una mano)

V: Platicaste con ella, ¿no es así? (Cruzada de brazos distanciada de la cama)

H: no más de 5 minutos... Victoria, tenía una resaca terrible...

V: no era para menos si le gusta la bebida...

H: vamos a ser objetivos, mi amor. Es la madre biológica de Maximiliano... Y aunque no lo fuera, es un ser humano y necesita ayuda...

V: Y tú la vas a ayudar, ¿no? Bueno, ¿Qué no eres neurocirujano?

H: soy médico en general. Especializado en neurocirugía, pero médico al fin. Y tus celos no vienen al caso, mi vida... (Caminando hacia ella descalzo cuando se puso en pie)

Alguien Como TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora