Capítulo 62 (P. O)

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A Alice Victoria Lauren se le fue el aire.

     No sabía que se había movido hasta que se vio a sí misma de rodillas sujetando a Dylan, quien tomó lo que había perforado su piel y lo arrojó a un lado, en la hierba.

     —D-Dylan —susurró, temerosa.

     Pero él no hizo ningún movimiento.

     Algo pasó a un lado suyo, algo pequeño y veloz. Cuando pudo escuchar bien de nuevo, ya que su pánico había evitado que escuchara nada más que el latido desbordante de su corazón, se dio cuenta de que... le disparan.

     Un hombre salió de su escondite, que se trataba de un árbol, y preparó su arma.

     Él le dispararía.

     Jadeando, Alice observó la máscara de Dylan, y se desesperó, por ello tomó una pronta decisión.

     Sus manos temblaron cuando alcanzó el arma que le pertenecía al hombre en el suelo y la levantó, enfrentando al otro que se acercaba y le comenzaba a hablar en ese idioma que no entendía.

     —Quizá no entiendas mi lengua.¿Qué tal ahora? —El acento profundo—. Amigo, baja el arma y entrega a tu líder —Él se mostró dispuesto a negociar, incluso sus manos estaban un poco hacia atrás, mostrando una señal de 'paz'. Su voz era amable, o trataba que fuera así—. ¿Eres consciente del hecho que, si entregas a R.J, ganas lo que han robado tu grupo y tú? —Una risa—. No, eso es muy poco. Tú ganarías más. Cada país afectado por esta rata... te brindarían riquezas como agradecimiento.

     Él dio un paso más cerca.

     La mano de Alice seguía temblando en demasía.

     —Las ratas como él no merecen estar en libertad, hombre. Yo te estoy dando una alternativa, una en la que eres el ganador —Otro paso—. ¿No te cansas de estar siendo quien siempre está detrás? Él da las reglas y eres tú quien tienes que acatar al pie de la letra. ¿Para qué? ¿Para que él se quede con casi todo, sin importar a los que dejó atrás, como si fueran basura?

      Otro paso más.

      —Yo puedo ayudart-

      Y otro, y otro.

      Pero se detuvo cuando se percató de que le apuntaban en el pecho, en la misma zona en la que había golpeado a R.J.

      —Te estoy ofreciendo prácticamente el ciel-

     Le disparó tres veces, y el hombre no pudo decir más, sólo cayó  lentamente, sujetando...

     Sí, Alice debía tener una puntería horrible porque, incluso si su objetivo era el pecho del hombre, le dio en realidad... en sus genitales.

     Mordiendo sus labios, ella acomodó rápidamente la ropa de Dylan para que no le entrase el frío que aumentaba. Antes deslizó una mano suavemente por debajo de la máscara, y sintió la calidez de su piel, de su rostro.

     —Hora de irnos —musitó, besando la terrorífica máscara—, R.J.

     Y se esforzó en moverlo, pero era demasiado pesado.

     Recordó entonces las palabras de su madre, esas en las cuales se refería a los musculos de...

      Negó.

      Trató de moverlo otra vez, no se rindió. Minutos después no habían recorrido mucho, y estaba tomando un respiro, pero fue allí cuando otro hombre apareció.

El Error de Dylan Ferrer | Tomo 1&2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora