Capítulo 1

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Mudanza

Nunca me habia gustado mucho vivir en la ciudad. Lo único que se oían eran  ruidos de autos motos, camiones, era demasiado molesto. Además de vivir en un edificio, es el claro ejemplo de el centro de la ciudad.
tampoco estaba tan mal, pero podía ser mejor, iba a ser mejor, pronto lo sería.

-¡Elizabeth!, ya llegó el camión. -oí gritar a mi madre.

Genial, ya habia llegado el camión de la mudanza, pronto estaríamos en otro sitio, lejos de aquí. No me afectaba mucho la mudanza, en realidad no me afectaba en lo absoluto, no tenía amigos, era mas bien solitaria. Estaré bien, supongo, no hay nada de que preocuparse, ¿o sí?

Luego de 3 horas y media de viaje, estábamos llegando, y si que era un pueblo aislado, cuando digo aislado, es literalmente, estaba completamente rodeado de campo y cientos de árboles.

Apenas entramos al pueblo vemos un grande cartel que dice: "Bienvenidos a Anniston", ibamos llegando al vecindario cuando comencé a notar todas las casas seguidas en un mismo patrón, pintadas en colores intercalados, todas iguales, todas las malditas casas eran iguales, era todo tan... perfecto, que era espeluznante.

Al llegar ahí comenzamos a bajar las cosas para empezar a llevarlas adentro, guao, no recordaba lo cansador que podia llegar a ser una mudanza. Subí las escaleras buscando alguna habitación  para mi, habían varias puertas. Fui abriendo y entrando a cada una de ellas, hasta que llegué a la última. No sabia decir que tenía esa habitación, pero me gustó. Era algo grande comparada a la del edificio donde vivía, la casa también era grande, tenia muchas puertas, eso llamaba mi atención, puertas. Y tenía 6 dormitorios, ¿para que demonios había tantos dormitorios?

Mis pensamientos son interrumpidos por mi padre.

-¡Elizabeth!, ven, baja cariño, la cena esta lista.

Estaba muy cansada, pero también tenía hambre así que decidí bajar y cenar con mis padres.

-Hola papá, hola mamá, -¡oh! Lasaña, joder hace mucho no la preparaban, ¿que pasó?

Mis padres siempre cocinaban juntos, hacían comida jodidamente deliciosa. Que puedo decir, tengo mucha suerte, de ser hija única. Ya que tiene sus privilegios, aunque aveces deseaba tener una hermana con quien charlar, reirnos de cualquier cosa, y compartir momentos.

-Bueno me pareció una buena idea darnos la bienvenida a nuestro nuevo hogar haciendo una Rica comida, y como se que es tu favorita pues dije ¿por que no?, eres nuestra única hija, nos gusta concentirte preciosa.

-Oh, los amo tanto.

No, eso definitivamente no era lo que había pasado, mi familia estaba lejos de ser perfecta, muy lejos. Mis padres peleaban por cualquier tontería, todos los días, a toda hora, cuando la casa estaba en silencio era por que mi padre estaba trabajando, cuando llegaba siempre comenzaban los gritos, aveces empezaba mi madre, aveces mi padre, no podían estar sin pelear y reprocharse cosas todo el tiempo.

Estaba arta.

¿Pero que podía hacer?, nada.

-¡Maldito idiota, todavía me pregunto por que demonios me casé contigo, no sirves para nada, no eres capaz de ayudarme siquiera con los gastos de tu hija!

-¡Estas enferma, me la paso el dia entero trabajando para que vengas con estas idioteces Laura, es enserio? Me
Tienes cansado.

-¿Eso es lo único que sabes decir?, no soportas que te digan la verdad y lo unico que sabes decir es que estoy loca, ¡lo único!

-¡Cínica! Maldita cin-

Solo un clic y todos esos ruidos se irían, la música me salvaba de toda la mierda, las peleas y las cosas horribles que se decían constantemente, aunque ya estaba acostumbrada.

Me levanté y mi estómago rugía de hambre, era raro que no estuvieran discutiendo, aproveché y bajé a buscar algo para desayunar y subirmelo a mi cuarto, mi relación con mis padres era normal, rara, me llevaba bien con los dos. Pero desde que pasó lo de mi hermana, todo cambió. Empezaron las discusiones, las peleas, mi madre reporchandole a mi padre todo el tiempo, recordandole que era su culpa, que todo era su culpa, nunca supe que fué lo que pasó, en que mierda se había metido mi padre para que hicieran algo tan horrible.

Al principio estaba igual de enojada que mi madre y todos los dias le reporchaba. Una mierda, mi vida se convirtió en una mierda, luego de lo que sucedió aquel día. Pero a medida que fue pasando el tiempo supe como sobrellevarlo, fuí a terapia, y de a poco lo superé, el dolor esta ahí, la extraño todos los malditos días de mi vida, de ves en cuando puedo permitirme extrañarla y recordarla.
Mi madre nunca lo superó, no se si algún día lo hara o podrá perdonar a papá.

***

Nota de la autora:

Holis, aquí abigail.
¿Como están?

Un capítulo corto pero preciso, mas adelante irán siendo mas largos.

Espero que les guste este capítulo tanto como a mí me gustó escribirlo.
Dejen comentarios si quieren, y acepto críticas constructivas siempre y cuando sean con respeto.

Besitos Amixes, los quiero <3

ig:abigailmsf

Almas de Fuego  libro 1 y 2                (EDITANDO)Where stories live. Discover now