"Un chico como tú debería tener una advertencia"
Fuyuka Nakano, una chica que aspiraba a ser heroína. Sin embargo, ¿llegará a serlo aún y cuándo esté totalmente corrompida?
"Eres peligroso... Me encanta"
Todoroki Shoto, un chico sereno, el cuál no d...
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—Me obligó a estar con él mientras se recuperaba, no pude decirle nada... Lo haré pronto, después de nuestra misión —respondió con calma en una llamada de Endeavor.
—Espero que cumplas con lo que estás diciendo. —Después de ponerle otra advertencia, colgó abruptamente. Fuyuka inhaló y exhaló con severidad.
—Esto me está cansando, incluso tengo que refugiarme en tu habitación. Bakugo, me disculpó por haber mal pensado tu amistad... —murmuró, apenada.
—Sigo sin entender cómo es que tu cabeza tonta creyó eso... Por más débil que te llegues a considerar, jamás pensaremos esa estupidez —afirmó el hombre de cabellos rubios y punteagudos.
—Bakugo... Eres grande —cerró sus ojos mientras soltaba diversas risillas que le permitían sonreír abiertamente después de hace ya un tiempo, no podía ver la reacción de su compañero, era una dicha ese aspecto porque nunca podría enterarse de su rubor avergonzado.
Fuyuka salió de ahí después de recibir un mensaje de Todoroki, pidiéndole nuevamente que fuera con ella, últimamente ha estado muy meloso a pesar del daño que le había hecho.
Odiaba saber que después de que ellos terminarán, ella se sentiría vacía al extrañarlo con fervor, si bien podría acecharlo para satisfacer su melancolía, pero en ningún aspecto, desde el principio, sería sano.
—¿En dónde estabas? —Al momento de cruzar la puerta, él la interrogó.
—Solo estaba tomando aire —respondió.
—Hay un balcón aquí, pudiste estar ahí sin dejarme tanto tiempo —comentó, insuficiente a las excusas de Nakano.
—También tenía hambre. —Se sentía totalmente asfixiada por Todoroki, no quería dejarla en paz; ese cambio de 180° la dejo exhausta en contraste que hace tan sólo unas semanas él se comportaba indiferente con ella.
«¿Porqué Shoto sentía calidez en una herida?»
»Tenemos que prepararnos, en dos horas tendremos que salir de aquí.
Ante la orden de Fuyuka, Todoroki se levantó y salió de ahí, probablemente para ir a almorzar, Fuyuka tuvo que seguirlo.
Su quemadura después de cierto tiempo había sanado y ya no había necesidad seguir utilizando vendas que rodearán su ojo izquierdo. Por suerte no quedo con ceguera y no necesitaba de más estudios, nadie sospecho de ella ni un poco; se atribuyó así misma de ser tan buena fingiendo inocencia.
—¡Buenos días, compañeros! ¿¡Están listos para la misión de hoy!? —exclamó con entusiasmo el delegado de la clase A: Iida Tenya.
—Todavía tengo ganas de dormir... —dijo Mina.
—Yo igual estoy algo somnolienta... —bostezó Jiro.
—¡Buenos días, Nakano-san! —saludó Midoriya, con una dulzura irremediable.
