Capítulo 9

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—Fue bueno que te nos unierás, Fuyu-chan —pronunció con regocijo su compañero: Eijiro Kirishima

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—Fue bueno que te nos unierás, Fuyu-chan —pronunció con regocijo su compañero: Eijiro Kirishima.

—Bakugo fue quién me invitó, dijo que tenía que entrenar de verdad... Me alegro de hacerlo con ustedes —respondió la chica.

—Bakugo ya nos debe estar esperando, hay que apurarnos antes de que se enoje.

—Siempre está enojado. —Ambos rieron divertidos por la veracidad de las palabras de Nakano, se dirijieron a la zona de entrenamiento.

Tenía cierto miedo de ser descubierta por Todoroki, las probabilidades eran altas así que eso la asustaba más. Si bien su novio mantenía una capa de frialdad y seriedad, por dentro era un ser temperamental con cientos de hilos enredados, cuyos siempre afectaban su relación. Le daba asco saber que aún así quería refugiarse en esos hilos sin resenredarlos.

—¡Bro, ya llegamos! —exclamó Kirishima.

El rubio estaba sentado en una banca, mirando hacía el piso, solo volteó la mirada cuando Eijiro lo llamó.

—Espero que no te hiciéramos esperar mucho —agregó Fuyuka.

El pelirrojo avanzó primero para ejercitarse, se encontraba muy emocionado como de costumbre.

—Tu herida, ¿cómo está? —interrogó el de don explosivo.

—Ya no me duele como antes. Gracias, Bakugo. —Sus ojos observaban a Kirishima mientras hablaban y también a su vez que se preparaban para entrenar.

—Tonta, no dejaré que vuelvas a entrenar con él, primero es una quemadura y luego será una costilla rota o una contusión... —Su voz se volvió rasposa y con una pizca de rencor en ella.

—No te preocupes, ambos tenemos nuestros límites —intentó aclarar naturalmente para calmar las palabras de su amigo.

—Eso es lo que ustedes piensan. Cuando alguien pierde los estribos, la razón de diferenciar lo que está bien o lo que está mal se nubla y lo ilimitado se convierte en sus límites.

—No es necesario que te irrites por ello, incluso si piensas que siempre pagaré los platos rotos de nuestra relación... La verdad es que ambos lo hacemos, solo que de diferentes maneras. —Nakano siguió con su semblante tranquilo, quizá ignoraba en sus adentros todas las quejas de Katsuki, después de todo él no lo entendería a la perfección.

—¿Piensas seguir así como una niña ingenua que tiene como sueño averiguar las raíces de la actitud del bastardo mitad-mitad? ¿Crees qué lo qué hace, su forma de ser; está bien? —reprochó en preguntas.

—¿De verdad quieres seguir hablando sobre esto? Vamos, hay que entrenar, Kirishima se nos está adelantando.

Sinceramente no quería contestar todos los cuestionamientos que le hacía el rubio, era agotador verlo interesado en algo que en realidad no le incumbia. Y por supuesto, no podría negar que era divertido evadirlo.

Toxic ➳ Todoroki ShotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora