¿Es lo que debimos ser? © •B.S•

✨Cap.28✨ "Derrotado."

Seguía sin poder creer que Alida haya llegado tan lejos, Bill estaba cada ves más deprimido. Llevaba días sin ver a su hija y cuando pensó en encontrar una solución, ella se atrevió a demandarlo.
Lo invité a desayunar fuera para que se distrajera con otra cosa que no fuera en el juicio que tendría mañana.

-¿Te enteraste del cast que consiguieron para la película?-le pregunté mientras miraba el menú del restaurant-
-Si..-respondió mientras usaba el celular.-
-¿Ya sabes que ordenarás?-lo miré ansiosa porque su respuesta fuera más animada que la anterior.-
El solo asintió con la cabeza y siguió prestando atención a su teléfono.
Solté una bocanada de aire, estaba resignada había tratado de sacarle conversación desde que veníamos en el auto, y solo me respondía cortante ante todo. Deje el menú sobre la mesa y estire mi mano para tomar la suya

-Bill...-lo miré.-Todo estará bien cariño. -dije tratando de animarlo o al menos calmarle la ansiedad un poco.-
-No estoy seguro de eso -respondió enfadado.-
-Tienes que ser positivo -le dije tranquilamente.-
-¿Como quieres que sea positivo siendo que ella tiene todas las de ganar?-me miró molesto.-
-Solo trato de ayudarte, Bill-fruncí el ceño.-
-Mejor no digas nada -se soltó de mi mano y miró a otro lado.-
Apreté los labios aguantando el nudo que se quería formar en mi garganta, tenía demasiado sentimiento, se que estaba estresado pero yo solo quería animarlo. En estos últimos días actuaba muy distante, no quería presionarlo pero parecía como si me culpara de lo que sucedía.
Después de su respuesta no volví a dirigirle la palabra,lo mejor era que no lo provocara a discutir. Ordenamos y unos minutos más tarde nos llevaron nuestro desayuno. Nos pusimos a comer en silencio, el celular de Bill timbró y se levantó alejándose para responder.
Lo miré y seguí comiendo, después de un rato termino de hablar y se acercó de nuevo a nuestra mesa.
-Me tengo que ir -dijo sacando la cartera del bolso de su pantalón.-
-¿A donde?-pregunte.-
-Con el abogado-respondió.-
-Yo pagaré la cuenta,-lo miré.-
-Bien, nos vemos más tarde -se guardó la cartera, se puso los lentes de sol y se fue.-
Le hice una seña al chico que nos atendió para que me trajera la cuenta y se acercó muy amablemente dejándola en la mesa. Saque mi cartera y deje el dinero con propina para el mesero.
Tome mi bolso y me fui al estacionamiento para pedir un taxi.
El auto llegaría en pocos minutos por mi y a lo lejos pude ver a Alida, con Mia caminando y a su lado iba un sujeto que se me hacía conocido pero no podía distinguirlo bien. De pronto el tipo se quitó los lentes y ahí reconocí que había sido el chico del Bar. No puede ser, exclamé dentro de mi y me acerqué un poco mas a ellos para ver si estaba en lo correcto. Y así era, iban caminando y charlando muy tranquilamente. Saque rápido mi celular y les tome una fotografía, con esto podría decirle a Bill, que Alida conoce al tipo que me atacó y al menos espero ayudar un poco con esto. Estaba casi segura que ella tuvo algo que ver con lo que me hizo.
El auto pasó por mi y me llevó a la casa, esperaría a estar ahí para contarle a Bill.

—-
Bill

Deje a ___,en el restaurante y fui a la oficina de Kevin, era el abogado de toda mi familia y la verdad era muy bueno en su trabajo. Entre a la oficina y estaba una señorita de cabello cobrizo en la entrada, al parecer era la secretaría así que me acerqué con ella

-Hola, tengo una cita con Kevin Frender-le dije.-
Dirigió su mirada a mi y abrió los ojos con impresión
-Ahh, si si -dijo nerviosa.-es usted el señor Skarsgård ¿verdad?-me preguntó en tono coqueto.-
-A si es, si me llamas solo Bill, sería mejor -reí.-
-De acuerdo, solo "Bill"-sonrió.- en un momento te entenderá Kevin .
-Gracias-me di la vuelta y me senté en la silla reclinable.-
Se abrió la puerta de la oficina y Kevin salió para recibirme
-Bill, es un gusto. Pasa favor -estiró su mano.-
-me levante y la estreche.- Gracias
Entramos al despacho y Kevin se sentó detrás de su escritorio y yo al enfrente
-Bien Bill...tengo una noticia buena y una no tan buena -recargó su espalda en la silla.- ¿Cual quieres saber primero?
-Creo que la buena-respondí dudoso.-
-Estuve revisando los estados de cuenta en donde le das la manutención a Alida por tu hija y todo esta en orden. No has fallado ni un solo mes y la cantidad es la correcta.-me miró.-