Capítulo 4

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Me acerco a mi padre y acaricio su hombro una vez llego a él.

— Caballeros, papá, buenas noches. — sonrío en dirección a los hombres que rodean a mi padre. Son los mismos de siempre, socios de papá, un tanto egocéntricos pero nada alarmante.

La mayoría me conoce desde que tengo pañales y los que no, desde que dejé de usar manguitos en el mar.

— ¡Alesha! Querida, bienvenida. — me abraza John Smith, el mejor amigo de papá. Sin duda, el único que se atrevería a abrazarme. Es como un tío para mi.

— Hola, John. — le devuelvo el abrazo con una sonrisa sincera. El resto de los presentes asienten en mi dirección complacidos con mi presencia.

—¿Donde estabas metida, pequeña? El rey está apunto de llegar. — la pregunta de mi padre hace que desvíe la mirada incómoda.

— Fui al servicio y me desvié un poco al volver. — trato de sonar lo más convincente que puedo y ante el asentimiento de mi padre decido desviar la atención. — Pero aquí estoy, ¿me he perdido algo interesante señores?

— Aparte de la escandalosa entrada de tu madre y hermanas, mmmm no. Nada en especial.— ríe John.— Estábamos discutiendo sobre las nuevas mejoras que serán implementadas en la empresa. Aquí el señor Smirnov no está totalmente convencido de implementar las energías renovables como centrales principales de generación de la compañía. ¿Te importaría hacerlo entrar en razón, Ale? — asiento en dirección a mi "tío" y me dirijo al hombre en cuestión.

De ahí en adelante las conversaciones iban y venían sobre temas diversos. Participaba lo justo y necesario para que nadie del grupo se sintiera amenazado por mis ideales ni decepcionado por mi "ignorancia".

También siento las miradas poco discretas clavadas en mi espalda y los cuchicheos a mi alrededor ante mi supuesta poca gracia. Muy pocas mujeres son las que se encuentran entre los hombres. Y ninguna participa en la conversación como yo, de forma despreocupada y riendo de vez en cuando.

Tristemente.

Esto provoca la indignación por parte de las mujeres, si bien la mayoría no desea ni acercarse a estas aburridas conversaciones de negocios, un pequeño pero resistente porcentaje de esposas aquí presentes desean ocupar mi lugar y llamar la atención de sus maridos. Entienden que la mitad de estos esposos son infieles con sus muchas amantes o se muestran indiferentes hacia ellas, considerándolas mujeres floreros, que presumir ante otros como si de un trofeo se tratase.

Cómo ya dije, son hombres egocéntricos, pero mientras eso no se interponga en mi camino no soy quien para defender a quienes jamás se molestaron en hacerlo por mi. Si eso me hace mejor o igual a ellas me trae sin cuidado de momento.

No soy consciente de cuándo la música deja de sonar hasta que el comandante William del ejército realza su voz. Llamando la atención de los presentes. Por instinto me alejo levemente del grupo, sabiendo que el rey fácilmente podría venir a saludar a estos hombres.

— Ante ustedes su excelencia el todopoderoso Rey De Veria, Aleksèi Vacchi. — en verdad no dijo todopoderoso, pero para lo dramática que es su entrada quedaría perfectamente bien.

Retrocedo disimuladamente entre el gentío dirigiéndome a las sobras. Al final del salón. Pocos son los que se encuentran aquí, pero para lo que necesito el lugar es perfecto.

¿Plan? Pasar desapercibida.

Tomo rápidamente una copa de champán que me ofrece un camarero y dejo reposar mi espalda en la fría pared.

Analizo la situación desde lejos y en silencio veo cómo el gran rey saluda desde lo alto y baja el tramo de escaleras a paso firme e imponente. Su mirada viaja por todo el lugar varías veces analizando todo a su paso. Su rostro no muestra expresión alguna, luciendo jodidamente caliente...

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⏰ Last updated: Nov 15, 2021 ⏰

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La Elegida | AleshaWhere stories live. Discover now