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Phoebe caminaba tranquila por el pasillo del hospital después de su cita con la ginecologa, donde le había dicho que todo estaba bien y para evitar posibles sustos le recomendó ponerse la inyección anticonceptiva y volver el próximo mes por la siguiente.

-Phoebe- escucho que la llamaron y se detuvo al ver que era su cuñada.

-Zuset- la salud- que haces aquí?, creí que ya estaban de licencia por maternidad- cuestionó.

-empieza hoy de hecho, vine a firmar unos papeles, pero debo volver rápido a la casa antes de que Ted lo sepa, no quiere que me levante de la cama- dijo.

-conociendo a la seguridad de mi familia, Ted de seguro lo sabe- dijo mientras caminaban a la salida donde por supuesto estaba llegando Ted con su seguridad- te lo dije, los guardaespaldas son unos chismosos- dijo Phoebe a su cuñada la cual río- hola hermano- lo saludo cuando estuvo frente a ellas.

-hola, que tan dificil es seguir las indicaciones médicas que te dan?- le preguntó a su esposa.

-amor debía venir a firmar mi licencia, además estaba en un hospital, si algo nos hubiera pasado estaríamos en el lugar indicado no crees?- cuestionó, Ted no pudo decir nada en contra.

-pero me podías haber avisado al menos, sabes cuánto me preocupo por ambos- le dijo.

-lo sé, lo siento- le dijo caminando a él para después abrazarlo tanto como su vientre se lo permitia- te amo-.

-y yo a ti mi amor- le dijo para después besarla- por cierto porque estabas en el hospital Phoebe?- le preguntó su hermano.

-chequeo de rutina con la ginecologa- contestó tranquila- ya debo irme, tengo una reunión- se despidió de ellos para ir a su empresa a trabajar.

Así pasó su mañana, entre trabajo y más trabajo.

Con ayuda de Alex que le sugirió ponerse mantequilla en el dedo, logró quitarse el anillo, que ahora junto con la argolla de casada colgaban de su cuello como si fueran una cadena cualquiera, nada está mejor oculto estando a simple vista. Al mediodía se juntó con su hermana para almorzar.

-bien ahora solo falta que tu esposito vuelva y firmen- dijo Alex después de ordenar, estaban en un privado por lo que podían hablar libremente.

-deja de decirle así- le regaño su hermana.

-porque, lo es- se defendió.

-solo por el momento…

**************
Viernes.

Castiel entró al lujoso y elegante bar del hotel Rose,  en Portland, donde se estaba hospedando desde la noche anterior, se había citado con su abogado y mejor amigo, el cual esperaba que tuviera buenas noticias sobre el divorcio.

Al entrar una melena castaña que estaba sola en la barra del bar llamó su atención de inmediato, como también tenía la atención de muchos otros.

Phoebe.

Que hacia alli?, le había dicho que vivía en Seattle, que hacía en portland. Ella llevaba un ceñido vestido color ciruela de tirantes finos, con un sexy escote profundo en la espalda. La ira y los celos lo consumieron sin poder evitarlo al ver como los demás hombres del lugar se la comían con la mirada, a su esposa. No lo pensó dos veces y se acercó a donde estaba.

-piensas casarte de nuevo meine frau (esposa mia)- susurro en su oído, mientras ella bebía de su martini, el cual escupió un poco del susto.

-tu que haces aquí?- preguntó sorprendida, limpiando la bebida de su mentón.

Pheobe GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora