-y qué piensas?- le preguntó Phoebe a su hermana.
Ambas estaban en el estudio de Alex, en las mañanas lo usaban para hacer ejercicio.
-hermana, la respuesta importante aquí no es que yo opino- dijo Alex mientras se estiraba- la respuesta importante es si tu quieres algo o no con el alemán- continuó.
-no se si quiero- contestó.
-eso me sonó a un si, pero tienes miedo- dijo Alex conocía demasiado bien a su hermana, así como Phoebe a ella.
-no quiero que vuelva a pasar lo mismo que con Nick o como sea que se llame- dijo Phoebe.
-lo se, pero Castiel no es ese imbécil, además parece que le gustas mucho- le dijo.
-y qué hago con nuestros padres?- preguntó.
-dile que es tu novio- contestó simple- ya tuviste uno, fue un idiota sí, pero merece ser feliz con alguien más- dijo.
-no creo que papá esté muy feliz- dijo Phoebe.
-mamá lo calmara, siempre lo hace- Alex se encogió de hombros.
Media hora después de su rutina diaria salieron de su departamento, extrañadas de al no ver a su prima, al parecer no había dormido en el departamento.
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Después de un largo dia de trabajo las tres volvieron al departamento, se encontraron justamente en el ascensor.
-sales con alguien, verdad?- le preguntó Alex a su prima.
-si- contestó con una soñadora sonrisa.
-y?....quién es?- le preguntó Phoebe impaciente.
-aun no les diré- contestó y en ese momento las puertas se abrieron y las tres se encontraron con tres arreglos de flores.
Uno era un gran ramo de rosas, otro de gardenias y el último pero no menos importante, un arreglo de rosas blancas y rosas.
-y esto de donde salió?- preguntó Alex a nadie en particular.
-llegaron para ustedes en la tarde- le contestó su ama de llaves llegando en ese momento.
-estas son para ti Alex- dijo Ava mostrándole la nota que traían las gardenias.
-y estas para ti Ava- dijo Phoebe mirando la nota que llevaban las rosas rojas.
-entonces estas son tuyas hermana- dijo Alex.
Cada una todo la nota que traían los arreglos, hubo una reacción de total alegría por parte de Ava, una un tanto sorprendida y nerviosa de Phoebe y otra completamente confundida de Alex.
-quién te las envio- le preguntó Alex a Ava, tenía una idea de quién había enviado las de hermana.
-alguien- dijo con una boba sonrisa de enamorada y Phoebe le quitó la nota de las manos, era quién estaba más cerca de ella- Ey!!- se quejo la rubia.
-para la mujer más hermosa que puede existir en el mundo, recuerda que cuando estes en mis brazos otra vez no te dejare escapar, "T"- leyó Phoebe la nota mientras corría lejos de su prima mientras Alex intentaba alejarla, parecían tres niñas, todo mientras sus guardaespaldas y ama de llaves las miraban conteniendo la risa.
-que calladito te lo tenias prima- dijo Alex con picardía, Ava estaba totalmente roja- quién es "T"?- le preguntó.
-no les incumbe- contestó y le quitó la nota a Alex que trajeron sus flores- un detalle que espero sea digno de una mujer tan perfecta como tu- leyó la nota, pero esta no decía quién la enviaba.
-quién la envía?- preguntó Phoebe.
-no dice- contestó Ava.
-no me miren no conozco a nadie que tenga problemas en la vista- contestó Alex.
-la que los tienes eres tu- dijo Ava y le arrebató la nota a Phoebe antes que lo pudiera evitar- sería para mí un verdadero honor y privilegio el que aceptaras cenar conmigo mañana en la noche. " Castiel"- leyó Ava.
-mucho se tardó- dijo Alex- cenaras con el?- le preguntó a su hermana.
-no se- contestó un poco dudosa Phoebe.
-quién es?- preguntó Ava.
-un alemán- contestó Alex.
-el que no te quitaba la mirada anoche en la fiesta?- preguntó.
-ese mismo- contestó Alex.
-yo que tu, no lo pienso mucho- dijo su prima.
-sigamos hablando esto en la cena por favor- dijo Alex.
Cenaron platicando de la invitación de Phoebe a cenar, la cual no sabía si aceptar o no, porque si lo hacía debía darle una respuesta al alemán de tener o no una relación.
-Phoebe deja de pensarlo tanto, sabes que quieres ir a cenar con él - le dijo Alex.
-esta bien- acepto Phoebe.
-pero aun no lo llames- le dijo Ava- que no te crea tan desesperada por salir con él- dijo Ava y las hermanas la miraron con escépticas.
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Castiel tomaba una copa de Whisky algo impaciente mientras miraba su celular.
No habrá visto las flores?
No le habrán gustado?
Y si no quería ir a cenar con el?
De todos modos tenía que llamarlo, verdad?
Se sentía como un estúpido esperando impaciente su llamada, nunca, ni siquiera de adolescente se había sentido tan ansioso y nervioso por la respuesta de una mujer a causa de una invitación suya, pero Phoebe no era cualquier mujer, ella era su esposa, una que lo estaba volviendo completamente loco.
Su belleza, le encantaba hacer que frunciera los labios y cuando hacia pucheros, se veia tan linda y tierna. Ella era tan delicada y fragil, pero al mismo tiempo dura y con mucho caracter.
Cada uno de sus movimientos le resultaban ignotisantes, atrayentes, seductores y savia que para otros hombres tambien y los celos lo carcomian por ello.
La había mandado a investigar, pero su fsmilia era muy poderosa y influyente, por lo que era algo complicado de saber.
Su celular empezo a timbrar y se avalanzo a tomarlo enseguida para ver quién lo llamaba, rogaba con que fuera ella y lo era.
-Prebish- contestó con voz calmada conteniendo su slgeria.
-hala Castiel- dijo Phoebe con esa sueve voz, esa voz que lo desarmaba por completo.
-hola meine frau- contestó sin poder evitar sonreir- resiviste mis flores?- preguntó.
-si, son hermosas gracias- dijo.
-me alegra que te hayan gustado- dijo feliz- tienes una respuesta para mi supongo- dijo pidiendo en silencio que sea la que quería.
-así es- susurro.
-y?- preguntó algo impaciente.
-si, acepto ir a cenar contigo Castiel.
