Pelea por Lena II

778 82 10
                                    

POV Normal (este será un capítulo muy cristiano)

Lena miraba el techo de su habitación como su tuviera la cura para el cáncer en él. Su cuerpo no era más que un saco de carne y huesos. Habían un montón de marcas que demostraban lo bien que la había pasado y después de la noche de ayer no estaba realmente en sus cabales. Se levantaría si pudiera, pero no sentía nada de las caderas para abajo. Quién diría que debajo de esas amables sonrisas y tiernos ojos azules se escondía una diosa del sexo.

Flashback

— ¿Te gusta así? — la lengua de Kara rodeó el pezón de Lena y lo jaló.
— Mierda, sí — la CEO arqueó su espalda y se aferró a las sábanas.
— Quiero que me prestes atención a mí también — Red Daughter se encontraba entre la piernas de Lena.

Acariciaba la cara interna de sus muslos y dejaba mordidas que muy pronto formarían hematomas. Había algo que las kriptonianas encontraban sublime en Lena, el tono de su piel. Y es que su piel era increíblemente blanca, que lucía tan bien con su pelinegra cabellera, además de que las marcas eran fáciles de dejar en su cuerpo.

— hueles bien Lena — Red Daughter pasó su lengua por los pliegues húmedos de su mujer — y sabes aún mejor.
— Ah... Kara — la directora ejecutiva soltó el aire de sus pulmones — duro, cógeme fuerte y duro.

Las kriptonianas se miraron entre ellas, ¿quiénes eran para negarle el placer a su diosa?

— Así que te gusta duro eh Luthor — Kara estaba sentada sobre el estómago de Lena mientras Red Daughter hacía un maravilloso oral.
— Sí, me gusta — Lena ronroneo y movía sus caderas en búsqueda del placer que Red Daughter le otorgaba.

Mierda. Pensó Lena, se iba venir y era muy pronto para eso.

— ¿Te quieres correr? — la mano de Kara bajó hasta entre sus piernas y apretó ese botón de nervios.

La Luthor no lo esperaba y se corrió largo y duro. Soltaba jadeos y maldecía a dios, su excitación manchaba la cama.

— Oh mierda — el pecho de Lena subía y bajaba, creía que su corazón se saldría.
— Esto no termina Luthor — Kara le dió la vuelta en un abrir y cerrar de ojos.
— Kara cariño aún estoy reposando — la Luthor soltó un gemido gutural al sentir los dedos de la kriptoniana en su interior.
— No Lena, es nuestro momento de jugar — Red Daughter estaba frente a Lena sentada sobre sus piernas — lame.

Y la Luthor no lo pensó dos veces, separó las piernas de Red Daughter y empezó con su trabajo.

— Creo que la señorita Luthor tiene algunos juguetes interesantes para esta noche — Kara había encontrado algunos juguetes sexuales de Lena.

Sí, la heredera Luthor tenía algunos fetiches en la cama, le gustaba ser sometida tanto como le gustaba dirigir sus negocios.

— Quién diría que Lena Luthor es toda una zorra en la cama — Red Daughter levantó sus caderas contra el rostro de Lena, mojándola con sus jugos.
— Disfruta de esto cariño — dijo Kara alzando su culo.

No sería sexo suave, sería duro, sudoroso y con dolor, tal como Lena quería.

— Vas a tomar toda mi polla como la zorrita que eres, y te va encantar — Kara pasaba el dildo burlándose de Lena.
— es-espera Kara es grande, me va doler — reclamó Lena.
— ¡Hey! Tienes trabajo que hacer Lena — Red Daughter empujó la cabeza de Lena a continuar con su trabajo — eso amor, buena chica.

Las kriptonianas odiaban las malas palabras, pero si Lena les pidiera la Luna ellas se la darían.

— Creo que estás lista Len — Kara empujó el miembro falso por la entrada de Lena.
— ¡Ahh! Es grueso — Lena lloriqueaba aún acostumbrándose al tamaño.
— Dentro de poco lo sentirás mejor — Red Daughter arañó la espalda de Lena — sigue con lo tuyo amor.

Kara tomó las caderas de Lena y empezó con un ritmo fuerte y certero. Su estómago chocaba con el culo de Lena y la habitación no era más que gemidos y sonidos lascivos.

— Red, ahórcala — Kara le sonrió.

Red Daughter colocó sus manos alrededor del cuello de Lena y apretó con cuidado. Lena se asfixiaba, pero el placer que Kara penetrándola como un animal la excitaba como no podía imaginar.

— Lena Luthor, gime y gime como una perra en la cama — Kara recostó poco a poco su cuerpo en Lena y dejó mordidas en su espalda.
— vamos Lena, córrete fuerte para mí — Red Daughter apretó un poco su garganta de nuevo.

Lena no aguantó, estimulada por las palabras de las kriptonianas dió una ligera mordida al clítoris de Red Daughter y ambas explotaron.

— Ah… ahhh — Lena sentía lágrimas en sus ojos por el maravilloso orgasmo.

Aún con el culo en alto y su cabeza reposando en el muslo de Red Daughter Lena soltó una carcajada.

— Red Daughter, quiero montarte, usa el arnés de Kara.

Las kriptonianas tenían una mejor idea.

— Vas a tomarnos a las dos Lena — Kara le sonrió.

Para cuando Red Daughter tenía un arnés también Lena tal vez dudó. No estaba tan segura de esto ahora, pero había tentado tanto su suerte al coquetear con las kriptonianas.

— Hay lubricante en mi mesa de noche — dijo Lena al final.

Kara fue a por él, iba a ser necesario esta noche.

— Súbete en ella — Kara le señaló a Red Daughter que estaba tendida en la cama.

Lena paso sus piernas sobre ella y acomodó el falo en vagina, estaba extremadamente sensible así que sus paredes se trajeron al instante. Sus caderas rodaron lentamente porque estaban cansadas y adoloridas.

— Hazlo más rápido — Red Daughter tomó a Lena de las caderas y la ayudó a moverse más rápido.

Lena saltaba con emoción sobre el miembro falso y Red Daughter era feliz viendo los pechos de Lena rebotar con cada salto.

— Ka-ra únete ah — Lena tiró su cabeza hacia atrás — dijiste que las tomaría, quiero hacerlo, por favor.

La mirada excitada y llena de deseo en Lena despertaba cosas que nadie podría en el cuerpo de Kara.

— Tú lo pediste Lena — Kara tomó la botella de lubricante y embarro una generosa cantidad sobre el pene de plástico.

Lena rebotaba sobre Red Daughter gruñendo y gritando de placer, clamando Rao por haberle dado el placer de conocer a las rubias.

— Voy hacerlo lento porque es la primera vez que lo hago, pero luego no seré condescendiente contigo Lena — Kara estaba detrás de ella.

Puso un poco de lubricante en sus dedos y los acercó al trasero de Lena. El cuerpo de Lena se tensó al sentir dos dedos intrusos en una cavidad no explorada. Era doloroso y un tanto incómodo pero con Red Daughter mordiendo su cuello se dejó llevar. Al cabo de unos minutos Kara decidió que Lena estaba lista y acercó el dildo al ano de la directora ejecutiva.

— Veamos cómo lo tomas — y Kara empujó fuertemente hacia adelante.

Lena gritó con fuerzas, era un grito desgarrador, pero no era dolor, era placer. Un retorcido placer.

Y ambas rubias empezaron a empujar con fuerzas, estocadas duras y certeras, que tocaban los puntos más dulces de la pelinegra.

— Besame — dijo entre gemidos Lena a Red Daughter, que cumplió su petición encantada.
— ¿Dime quién te gusta más? — Kara también jadeaba ligeramente por el los movimientos que realizaba — yo tomándote desde atrás o Red Daughter cogiéndote.

La pelinegra no podía ni hablar así que solo siguió moviendo sus caderas.

— Vamos Lena, ella o yo — bramó Red Daughter.
— habla querida — Kara soltó un azote en su culo.
— ¡No lo sé! — chilló Lena — me gustan ambas.

Unos cuentos empujes más y Lena explotó, sus piernas estaban alambradas y no creía ser capaz de sentarse el día de mañana.

— Yo, dios... — Lena recostó su cabeza en el pecho de Red Daughter.
— Tranquila darling, la noche apenas empieza — susurraron ambas rubias en el oído de Lena.







Vamos todos a leer la biblia después de esto okey? Also pobres vecinos.

Supercorp Mini HistoriasWhere stories live. Discover now