Marzo

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-Una regla Eater, una sola regla... -rabió entre dientes Harvar, mientras limpiaban el suelo del local. 

-Ya déjalo en paz -Liz sacaba la comida del mostrador, revisando la poca variedad. -Maka puede pensar por sí sola, ¿Sabes? 

-no lo sé, la verdad es que no la hemos visto mucho desde el incidente.

-Está muy ocupada con los últimos exámenes -le respondió Soul, terminando su sector y pasando a lavarse las manos. -Ni yo he podido verla estos últimos días. La verdad es que pronto tiene las últimas entregas al laboratorio, pronto tiene una entrevista con una empresa de químicos de su interés y además  hay que entregar el plan de financiamiento de su empresa. 

-Toma, sientate aquí hoy. Todos estamos aplastados por la presión, y necesitamos dormir. Pero ella se sobreesfuerza para sacar las mejores calificaciones. ¿Qué harás mañana? 

-Estudiar, me queda un examen el lunes y soy libre. El martes Maka tiene la entrevista y... me toca ir a hablar con mis padres.

-¿Eso porqué? -Harvar le preguntó con la boca llena. -Pensé que te habías ido de casa. 

-El trabajo cubre materiales y alojamiento sólo porque Blackstar me aloja, pero la colegiatura la paga papá. Estoy sacando el Major, pero el minor se me fue en pelotas. Tal vez pueda conseguir excensión a través de trabajo de verano. 

-¿De qué es tu minor? 

-Música. -Los tres escupieron la comida. -No rian tanto, es en piano de concierto, lo que hago aquí es jazz y freestyle. 

-Tal vez deberías cambiar de clase, atrasarte un poco... -Patty jugaba con sus pies siempre que trataba de no reirse, que en ella era casi todo el tiempo. -Pero no abandonar eso.

-No es tan simple, de hecho es el conflicto por el que me fui, mi padre no podía tolerar que fuera distinto, no es que no pueda tocar bien, es que simplemente sale con un ánimo distinto. 

-Creo que de todos -Patty lo miró profundo-soy la única que puede entenderte. 

Soul se preguntó si era una buena o mala cosa. 

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Ese día se puso hasta corbata, sólo para apoyar la vestimenta tan dolorosamente formal de Maka. Al final, habían decidido mediante mensajes de texto que se verían en el café donde ella tendría su entrevista colectiva de trabajo, junto a sus compañeros de laboratorio. Mismo lugar que sus padres acudían frecuentemente, por lo que se juntaría con ellos ahí. Pasó como cualquier otro estudiante, y se dirigió a la mesa donde ellos lo aguardaban. 

-Ha pasado un tiempo, pero te ves muy bien -dijo su madre.  

-Sí, gracias. Miren, si los cité aquí es porque no quiero pelear, acá ninguno de los dos gritará ni nada... 

-He visto que no dejaste la escuela. -Su padre tomó un poco de su espresso. -Pero que tampoco has tocado la cuenta para tus gastos. ¿Cómo es eso?

-No, eh... de hecho es por eso que quise hablar, me falta solo este año para egresar de administración, pero no estoy seguro si seguir con música. Mira, de hecho te traje mis notas, mejoraron bastante.

-¿Y pensabas que te quitaría el financiamiento porque no seguirás con el piano? -Soul siempre se distraía cuando el bigote de su padre tocaba la taza, le pasaba desde niño. 

-Uhm, sí. -un incómodo silencio los mantuvo cabizbajos.

-¿Cómo te has mantenido, Soul? -La voz suave de su madre estaba realmente angustiada.

Coffee MatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora