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Hay veneno en mis ojos ahora

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Hay veneno en mis ojos ahora

Viernes, 10 de agosto de 2018

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Viernes, 10 de agosto de 2018

- ¡Es que esto es increíble! - el salón estalló en carcajadas y aplausos, algunos hasta cayeron al suelo. No se dieron cuenta de que Nami bajaba las escaleras acercándose al soa donde estaban todos amontonados.

- ¿Por qué hacéis tanto ruido? ¿Qué sois, animales?

Los ojos del continuo perdedor se iluminaron al oír la voz de su última esperanza. Se giró hacia ella, suplicando con las manos juntas a la altura del pecho.

- Nami, por favor. Dime que vas a jugar y vas a perder estrepitosamente para salvar mi orgullo - Changbin la miraba con esperanzas.

- Yo no se jugar a esto, no quiero. Eso sería ir con desventaja.

- No pasa nada, así me harías un favor. ¿No quieres ayudar a tu pobre amigo? 

No llevaba mucho ahí pero intuía que Changbin no había dejado de perder, por lo que se llevaría un castigo de lo que fuera que se les hubiese ocurrido. Suspiró.

- ¿Cuál es la penalización? - preguntó, haciéndose hueco en el sofá y agarrando un mando azul.

- Caer en la piscina con la ropa puesta- le respondió Chan a su lado.

- ¿Pero eso no es más bien un premio?

- Puede ser - continuó Changbin-, pero perder en todas las partidas no lo es. Es denigrante.

- ¿Me estás pidiendo que pierda para salvar tu culo? - el mayor asintió, desesperado. Quería demostrar que no era malo, solo había tenido muy mala suerte.- Lo intentaré.

Y sí, la primera partida que Nami jugó, la perdió, quedando la última. Reiniciaron el torneo, ya que ahora eran uno más. Y, por desgracia para Changbin, la chica ganó varias veces, después de mucho luchar, quedando de nuevo el último.

Haru le quitó el móvil a tiempo, antes de que Chan y Hyunjin lo cogieran de las manos y pies, con rumbo hacia la piscina. Elegantemente, Nami abrió la puerta que daba al patio trasero, viendo con una sonrisa como el mayor era levantado.

Todos corrieron hacia el borde de la piscina, riendo, esperando a que el chico se empapara. Los dos que lo sujetaban comenzaron a balancearlo, ignorando las súplicas del bajito. A la cuenta de tres, lo lanzaron, escuchando un último grito por su parte. Cuando su cabeza salió del agua, aplaudieron y vitorearon, ganándose un salpicón de su parte.

Changbin se quitaba el flequillo mojado de los ojos, para ver mejor a todos sus rivales. Lo que no se esperaba era tener compañeros bajo el agua.

Hyunjin había empujado a un distraído Chan, quien aplaudía y reía. Al notar la traición, giró sobre sí mismo, agarrándose a sus muñecas, y se lo llevó con él. Comenzaron a reírse del dúo, pero más traidores comenzaron a aparecer. 

Felix estaba tan absorto mirando como el flequillo de Changbin goteaba en su frente, y como la camiseta empapada se apegaba al cuerpo del mayor, marcando los músculos que poco a poco cogían más volumen, que no notó cuando su mejor amiga se acercó a él, y le susurró al oído.

- ¿Te gusta lo que ves? - levantó ligeramente las cejas al preguntar. ¿Lo había pillado? ¿Había descubierto quien era su crush?

Ya que se miraban a los ojos, no detectaron al Seungmin poseído por el mismísimo diablo a sus espaldas, quien los empujó hacia dentro, empapándolos.

Minho llegó para vengar a sus amigos, cogiendo a Seung de la cintura lanzándolo con agresividad. Se giró a Jisung, quien estaba a su lado, de pie.

- N-No, no tranquilo, ya me tiro yo - se lanzó en bomba al agua antes de que el chico lo agarrara, gritando. Al ver, eso, Minho se lanzó igual, salpicando a los más cercanos.

Jeongin, al ver el ambiente que se había creado, fue corriendo a la parte final de la estancia, agarrando una de las pelotas hinchables más grandes que había, lanzándola con fuerza al interior, rebotando contra la cabeza de Chan. Este giró los ojos, agachándose más para simular que se hundía, como si lo hubieran noqueado de verdad. El menor se lanzó, nadando hacia él, haciéndole una RCP.

Era la primera vez que estaban todos juntos en el agua, más o menos. Nami observaba el caos desde arriba, en el bordillo de piedra de la piscina. La enorme pelota volaba, unos se ahogaban a otros, el agua salpicaba por todos lados. Quería huir de ahí. No quería que la vieran con la ropa húmeda pegada al cuerpo, repasando su silueta. 

Haru la vio, pensativa, y con un ágil movimiento, se sentó junto a sus pies. La chica se agachó a su lado, copiando su posición.

- ¿No te quieres meter? 

- No. Ya sabes, no me hace gracia.

La más alta lo entendía. Siempre había sido reservada de cara a los demás cuando tenía que ver con algo de su cuerpo. Nami solo le tenía completa confianza a su mejor amiga, a quien consideraba más bien como una hermana. Con Haru sí que podía ser ella misma, no aparecía ninguna barrera mental que le impidiera ser feliz. Sabía que tenía que cambiarlo, poco a poco, pero le resultaba enormemente difícil.

- Tranquila. Me quedo aquí contigo - se separaba la camiseta, que ahora estaba ceñida sobre su torso, para estrujarla y hacer que el agua sobrante cayera. Trataba de despegársela, pero por el peso, volvía a juntarse. Menos mal que nadie la estaba mirando.

- Creo que os traeré algo de comer en una bandeja.

- Ten cuidado, no te resbales, que mira como se ha puesto todo...

Nami se marchó, sigilosa, con unas ganas tremendas de estampar su cabeza sobre esas barreras imaginarias que le impedían divertirse al máximo.

Nami se marchó, sigilosa, con unas ganas tremendas de estampar su cabeza sobre esas barreras imaginarias que le impedían divertirse al máximo

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~11052021

「 水 」INEFABLEWhere stories live. Discover now