LA HISTORIA DE UNA LUNA

Capitulo IV: Un encuentro incomodo

Pov Beth

Han pasado varios días y no he sabido nada de los Leichtle, ni de Arthur, ni tampoco me he puesto en la tarea de preguntar por ninguno de ellos, debo buscar la forma de arreglar las cosas, he estado hablando con Lucy para preguntarle si Fred se ha acercado a ella pero me dice que no, todo ha transcurrido tranquilo, he estado agotada por todo lo que he acumulado en la semana no puedo dejar pasar más tiempo, espero que mañana tenga una idea para solucionar las cosas.

Me despierto por el sol que entra en mi habitación, recuerdo todo lo que ha pasado y siento enojo pero conmigo misma, como pude comportarme como una niña y discutir por algo tonto, se me salió de las manos la situación, además que si o si necesito estar cerca de él para ganar su apoyo, aunque no creo que Arthur sea de los que mezclen las cosas, siempre ha sido muy profesional según lo que escuché, solo espero que lo que pasó no sea un inconveniente.

-Ashhhhh- se me sale un sonido de enojo, desespero por no saber que hacer, no puedo dejar de pensar en Arthur, será un día largo, miro el reloj y me doy cuenta que si no me arreglo llegaré tarde al hospital.

Hoy es uno de esos días que no tienes tiempo ni para comer, me bañó y me pongo un vestido blanco a mitad de pierna, manga hasta el codo, con un corsé por fuera de color café, unas botas del mismo color y mi pelo liso suelto, ahora más que nunca debía estar impecable, no es como si me fuera a encontrar con Arthur por ahí, bueno solo pensaba por si me encontraba con él, solo por negocios, bajo y están desayunando pero no me quedo porque debo estar ya en el hospital, Connor me ve pasar y me llama: -Hermanita debo hablar contigo- me regreso y me paro en la entrada del comedor, observando a todos y le digo: -¿Que pasó?- 

Amanecimos con mal genio, escucho decir, no es eso, solo voy un poco tarde digo, mi padre me responde: -Debiste levantarte más temprano- Si supiera él que no he podido dormir pensando como solucionar las cosas con Arthur.

Connor me dijo: -hoy estaré allá quiero ver en lo que has trabajado- Claro que si hermano te espero, me giré rápidamente y contesté mi celular que estaba sonando, Connor dijo algo más pero no lo escuché, me fui rápidamente ya que me estaban esperando.

Llego al hospital y  me recibe Steph mi secretaria con agenda en mano empieza a hablar y a decirme todo lo que tengo que tengo por hacer, una reunión, otra reunión, cosas normales del día pero que son importantes, revisar a los pacientes del psiquiátrico y por ultimo me dice, señorita hoy es el día de la transformación de algunos jóvenes de la manada, debe hacer presencia como luna, ya usted confirmó, se me vino a la mente cuando yo me transformé y es que desde que asumí el puesto de luna siempre he hecho acto de presencia a estas transformaciones, seguimos caminando y entramos a mi oficina ubicada en el ultimo piso, dejo mis cosas y con las misma salgo, voy a hacer mi primera ronda.

El psiquiátrico quedaba un poco lejas de la ciudad,  ya que se buscaba que los residentes de este estuvieran tranquilos, algunas veces se atienden algunas lesiones graves de miembros de la manada pero no es como si eso sucediera todos los días, en mi primera ronda todo transcurre normal, las reuniones se han demorado más de lo planeado pero es algo que debo presenciar por se la directora, me gusta que todo esté en orden, me aseguro de avisarle a Steph que este pendiente cuando llegue mi hermano, ya que quería estar lista para cuando llegara y es que por el simple hecho de que sea mi hermano lo hace aún más importante, de que vea que no estoy jugando con nada, el siempre ha sido bueno en dirigir las empresas, un tiempo estuve ayudándolo,  pero quería avanzar, quería seguir mi sueño, lo que realmente sentía que amaría hacer por siempre y construimos el hospital.

Salgo de las reuniones y me dirijo al pasillo donde tengo a mis pacientes difíciles, les digo así porque es un código, aquí no solo trabajan lobos sino que también humanos, mi padre me dijo que eso demostraría una convivencia pacifica aunque ellos no sepan lo que somos, los lobos que trabajan aquí tienen prohibido llamarme luna delante de los humanos para evitar confusiones.