¿Creo que me enamoré? [Terminada]

7

El ruido del reloj retumbaba en los oídos de Tsukishima, se movía de la cama de un lado a otro.

—¿Por qué rayos le dije que si iba a cuidar a Hiro? , ¿para que salieran a gusto? , mi cerebro últimamente no funciona cuándo estoy con Yamaguchi. —suspiro hondo —Necesito dormir ya...

🌼

—Señor Tsukishima—dijo Hiro desde la puerta.—Entonces es cierto que me va a cuidar, creí que era una broma de mi papá.

—Así es Hiro, vamos a divertimos juntos vale.

—Vale.

—Hola Tsukishima—dijo Yamaguchi.

Tsukishima solo había visto a Yamaguchi con trajes repetidos cuando estaban en la oficina, y una vez en pans, cuando habían ido al parque. Nunca lo había visto en ropa aun más elegante. Yamaguchi traía puesto un polo negro de cuello alto, acompañado con un traje color beige muy tenue de doble botón,  zapatos negros de charol, y un abrigo negro que llegaba un poco más arriba de sus tobillos.

—Se ve bonito mi papá, ¿verdad? —dijo Hiro quién percató el como Tsukishima lo miraba.

— ¿Qué?—volteo a ver a Hiro y regresó su mirada hacia Yamaguchi— Sí...—volvió en si—Nunca te había visto vestido de esa forma. 

—Toshio me dijo que estuviera vestido de manera elegante, no se porque.

—¿Toshio?... a cierto...— Yamaguchi podía jurar que la mirada que había hecho Tsukishima era una ligera expresión de tristeza, que quiso
ignorar.— Vas a salir con él— Tsukishima por un momento deseo que Toshio no llegará para entonces poder salir con él y a hacerle mérito del como venia vestido.

— Si...

— ¿A que hora pasara por ti?

—No creo que tarde mucho.—Justo al decir aquello el claxon de una camioneta sonó.

—Ya llegó —dijo nervioso.

Tsukishima chasqueo la lengua—No puede venir hasta acá.

Yamaguchi no dijo nada.—Bueno adiós Hiro, pórtate bien con Tsukki, no lo moleste tanto.

—¿Tsukki? que bonito apodo, Tsukki... me gusta.

—No... Digo creo que a Tsukishima no le gusta que...

—Me gusta— lo miro a lo ojos.—Y más cuando vienen de ti...—susurro con un tenue color rosado en su mejillas por lo que le había dicho. — Dime Tsukki si gustas Hiro.

—Bien, Tsukki. —Tsukishima sintió una calidez enorme debido al pequeño Hiro, ¿Qué sentiría si volviera a escuchar a Yamaguchi decirle "Tsukki" directamente.?, se pregunto

—Adiós entonces.

Yamaguchi salió y se dirigió al portón de rayas de su casa, aquel que le permitía ver a las personas y coches que pasaban. En su casa todo era muy tranquilo pues vivía en una colonia privada, cosa que le había costado mucho esfuerzo.

La gente que veía a Yamaguchi pensaba que era ingenuo, pero en realidad era una persona muy inteligente y dedicada, cosa que había dado frutos en muchos aspectos de su vida y si bien no era millonario, como el buen padre que era, tenía la posibilidad de darse algunos privilegios hacía Hiro y hacía el mismo.