Eʟ ᴅɪ́ᴀ ᴏ̨ᴜᴇ ᴇʟ ᴘʀᴏᴛᴏᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴠɪʀᴜs ɪɴᴜɴᴅᴏ́ ᴀʟ ᴍᴜɴᴅᴏ, ʟᴀs ʀᴏsᴀs sᴇ ᴘɪɴᴛᴀʀᴏɴ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ.
Su vida había perdido el sentido por completo. ¿La razón por la que aún se mantenía con vida? Ninguno de sus intentos de suicidio había funcionado.
Pero cuando...
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—¿Estás segura de que es la mejor ruta?— Preguntó la mujer con una mueca mientras miraba el camino que había trazado Jun Hee en el mapa por quinta vez
—No podemos ir por la principal, seguramente ya está bloqueada por la gente que haya intentado salir de la ciudad, será mejor tomar una desviación por el bosque, quizás hagamos un poco más de tiempo pero es una ruta más segura
Después de haber discutido el plan para ir a Corea por al rededor de una hora al fin tenían claro lo que iban a hacer.
El primer paso, ir al departamento de Jun Hee por sus papeles y otras cosas que seguramente necesitaría.
—Necesitamos apurarnos— Habló la castaña cerrando la computadora y doblando el mapa —Empaca tus cosas y las de Miranda, no hay tiempo que perder
La mujer asintió y dejó a Jun Hee en la cocina para dirigirse corriendo hacia el piso de arriba a la habitación de su hija. Donde la niña dormía plácidamente después de haber tenido que usar el respirador durante media hora para poder regular su respiración.
—Miranda, nena despierta tenemos que irnos— Habló con dulzura mientras sacudía levemente a la menor, quien abrió los ojos con pereza
—A...— La pequeña bostezo, se tapó la boca con la mano —¿A dónde vamos mami?
—Iremos a casa de la tía Jun Hee cariño, luego iremos a Los Ángeles— Dijo acaricauendo la cabeza de la niña, mientras la desconectaba del respirador
—Amor, ¿Recuerdas cuando fuimos a Canadá con la tía Scarlet?— La niña asintió —¿Recuerdas como fue la maleta que hiciste?— La niña volvió a asentir —Bueno nena, quiero que hagas una maleta igual ¿Okey?
Miranda se levantó de la cama y corrió hacia su clóset, de donde comenzó a sacar ropa.
—¿Cuántos cambios meto mami?— Preguntó, Selena se quedó pensando un momento
—Mete cuatro cambios amor, completos, también tus medicinas, tu peluche y el dinero de la cajita de ahorros
La mujer no necesitó dar más instrucciones para que la niña preparara sus cosas, para Miranda era solo un simple viaje ya que ahora ignoraba a los caminantes que acechaban en la ciudad.
La pequeña sacó cuatro cambios de ropa completos y los dobló delicadamente, para meterlos a su mochila, metió su cajita de medicinas con cuidado de no romper los frascos de los antibióticos, tenía veinte inhaladores en el cajón de la cómoda, metió diez y dejó los demás, después de todo no necesitaría todos ¿O si?
Descolgó un abrigo amarillo afelpado del perchero y se lo puso, ya que ese por el tamaño ocupaba casi todo el espacio de la mochila.
Sacó todo el dinero de la alcancía de conejo rosa y lo metió en una pequeña cartera color azul oscuro que guardó en el bolsillo de su abrigo.
