El olor inmenso del azúcar quemada, porque Tweek comenzaba a hacer caramelo casero para derramarlo unas crepas con relleno de dulce de leche también unos trozos de manzana verde sin cascara, bañada con un poco de azúcar glas en la harina.
—Tweek, ¿En donde estudiaste gastronomía?
Pregunto en un tono sereno. Termino de un emparedado de jamón con tocino algunas especias, el pan de barra que lo trago horneado desde de su casa. Respondió terminado de emplatar las crepas caseras.
— En Europa por varios años. Regrese el año pasado por mis abuelos maternos; ayudo con el negocio, incluso planeo abrir mi negocio de repostería, en un año después, porque quiero crear una marca propia de confitería y repostería. Aunque mis padres se niegan que haga mi cafetería de forma independiente.
Eric asintió enfrente del blondo cenizo, Tweek iba caminando hacia en la pequeña mesa cerca del estrecho comedor. Dejo el plato de cerámica hacia Eric.
Tomo los cubiertos para cortar las crepas, clavarlas con el tenedor comenzó a comer cuando puso los trozos de crepa en la boca; quedo encantado por la sensación que produce en la boca, es relajante sentir como la harina se desintegrarse con rapidez en la boca. Termino tan despacio la comida que se frustro cuando termino de comer.
Tweek sonrió con una sonrisa tierna. Poniendo las manos en los pómulos, las pecas en el centro de la nariz, parecía azúcar morena esparcida en harina de vanilla clara, los ojos verdes olivo eran preciosos cuando tiene aquel precioso brillo.
— ¿Te dieron el trabajo? ¿De maestro en la preparatoria?
Inquirió acercando la silla más para mirarlo con detalle las facciones masculinas que posee.
Eric dejo los cubiertos en el plato para irse a lavar aquellos trastes en el pequeño fregadero. Los seco con un trapo de tela, los guarda en sus respectivos lugares en los estantes.
— No creo que me den el empleo. Dudo mucho que querían a alguien como yo, llamarían a mi anterior trabajo les dirían que cometí un fraude de información... la verdad no se como voy a hacer de conseguir un empleo que pueda demostrar que todos los jóvenes no están desaprovechados, siempre ha sido tan dura mi vida— responde angustiado, apretando el ceño de la vista por el estrés en las arrugas remarcadas en la frente.
— Eric. Puedo darte un trabajo como asistente de recursos humanos con un amigo que tiene su propio negocio en un pequeño consultorio médico— añadió Tweek, mientras se enderezaba la espalda con unos ligeros espasmos. Suspiro muy cansado.
— Gracias por ayudarme. Tengo aquella fotografía que estuve en el jardín de niños, ve el estante de la entrada: Esta en un porta retrato que tengo desde tantos años— apuntó con el dedo izquierdo A distancia se vio aquel precioso retrato de madera antiguo.
—Me iré a dormir. No he dormido en vario tiempo— dijo al despedirse, dando un cordial abrazo a Tweek.
— Descansa. Eric todo saldrá muy bien, no te sientas tan deprimido.
No escucho esas palabras de confortamiento tratando de no ser un inútil hacia él.
[....]
El chico pelirrojo esta leyendo los mensajes del móvil. En los chats aparecen varios contactos, en el chat del grupo de primero A, están escribiendo de que la maestra de calculo ha renunciado por la mala experiencia que tuvo con el alumnado.
Se llama Kyle, como se ven escrito en los mensaje como se dirigen hacia el joven adolescente pecoso. Acostado en la cama, a oscuras mirando o último para irse a dormir.
El en la mañana sintió que un hombre muy mayor le escrudriño con la mirada, con aquellos ojos color miel castaños, siente el asco de inmediato, le sorprende que un hombre tan arreglado haya ido a estacionarse detrás de la preparatoria.
Aunque el corazón de el ya tiene dueño. Recordarlo le arde su rostro mostrando un delicado sonrojo. Él sabe que su amigo es heterosexual, que jamás va a corresponderle.
Se cubrió con las sabanas de la cama. Moviendo de lado para quedarse dormido.
La mañana siguiente
Eric salió a correr en el vecindario para relajarse, todos lo saludaban a acorde de la cortesía en vez de ser sinceros con el nuevo vecino en el suburbio.
El extraña a su gata Kurumi. Terminaron envenenando a la felina, porque los vecinos aborrecían de que es una gata negra, incluso tiene sus cenizas en un contenedor de cerámica con la foto de gata. Empapado de sudor seguía corriendo, esto lo ayudaba a tranquilizarse, también le encantaba dibujar en los tiempos libres y hace comisiones por su arte.
Ya lleva su última vuelta de correr. Las zancadas son rápidas a la vez precisas, estaba apunto de llegar hacia la parte residencial donde vive.
Llego corriendo lo más rápido que reanudaba la agitada respiración. Sentándose en la ligera banqueta, agachando su espalda hacia debajo del pavimento.
Se reincorporó para irse dentro del departamento, en la sala familiar se vio a Tweek dormido de una forma incomoda la postura para dormir. No paraba de acomodarse en sus espasmos de los movimientos.
Eric sonrió enternecedor al verlo en las comisuras de los labios, aquella cálida saliva que sale por la boca. Se fue al corredor hacia el baño.
Entro abriendo la puerta fatigado, cerrándola con un ruido estridente. Se desvistió dejando la ropa en una canasta, abrió el grifo de la regadera, comenzado a dejar que el agua cayera en todo el cuerpo. Agacha la cabeza con una expresión de dolor.
El agua se escuchaba tan deprimente cuando caía del azulejo de color cosa mexicano. Aquél jovencito pelirrojo le causa tantísima curiosidad hacia su persona, esbozo una delicada sonrisa en las comisuras haciendo unos hoyuelos en los pómulos.
[...]
El comedor y cocina del departamento
Termino de ducharse. Se visto con una sencillo conjunto casual, hizo un bostezo por la pereza que esta sintiendo; observo a Tweek terminando de cocinar un desayuno simple: Huevos estrellados, salchicha polaca en trozos con queso derretido, unos hashbrowns hechos con unas papas que estaban fuera del jardín del departamento. cultivadas a lo profundo de la tierra fértil.
Eric le saludo haciendo un ademán con la mano derecha. Se sentó abrumado, Tweek le dejo el plato encima de la mesa, enfrente siente el olor del desayuno.
— Deberías sentarte para que disfrutes el desayuno—añadió con preocupación—: No esta bien que tengas ese tipo de alimentación— dijo eso mientras prosiguió comerse la comida, ya iba a punto de terminar el deleite como es la sazón de él.
Las carcajadas del blondo cenizo son tan escandalosas que hacen casi escupir la comida dentro de la boca.
Las carcajadas del blondo cenizo son tan escandalosas que hacen casi escupir la comida dentro de la boca.
Tweek comía parado, sosteniendo el plato con la mano derecha, usando los dedos, le daba igual cuando se levanta tiene muchísima hambre.
— Ya termine de comer, me tengo que ir a mi casa, quiero dormir bien, me toco descanso por una semana, trabaje triplicando turnos por una semana— termino de comer dejando el plato en el fregadero de la pequeña cocina.
Todo concluyo viendo a Tweek saliendo del acogedor departamento. Eric puso la mano en el mentol, sonriendo con una calidez que jamas ha tenido cuando lo despidieron hace tres días.
Las conversaciones vacías resultan tener una sensación tan amena que no es difícil expresar; unas pequeñas lágrimas en los parpados en Eric.
Tiene que esperar unas semanas mas por esa llamada laboral. Un nuevo destino se avecina para el.

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El profesor Cartman
CasualeEn la preparatoria de South Park, donde los estudiantes destacaban por su buen promedio ante las otras escuelas. Eric Theodore Cartman, es un profesor novato, que lo terminaron despidiendo de su trabajo en sociología un consultorio medico de psicol...