Capítulo 15

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Todoroki se sentía un poco culpable por lo que le pasó a Bakugo.

Seguía furioso y dolido por las acciones que realizó Katsuki contra él, pero eso no significaba que le deseaba el mal.

El día del ataque, Todoroki estaba con su madre en el hospital.

Él no sabía sobre la situación en el lugar, después de todo estaba en la habitación de Rei y rara vez pasaban los enfermeros o visitantes.

Ellos estaban teniendo una conversación, Rei podía notar que en esas semanas el semblante de Todoroki no era el mismo. A pesar de que intentara ocultarlo para los ojos de una madre es fácil ver el estado de su hijo.

Ella decidió no preguntar lo que pasaba, pero presentía que estaba relacionado con el chico al que a él le gustaba.

Su charla fue interrumpida por una enfermera que llegó a paso apurado.

–Siento interrumpirlos pero debemos bajar por un tema que surgió hace unos minutos. Se solucionará fácilmente por esto síganme–Trató de decir lo más calmadamente posible.

La enfermera decidió no decirles que un villano estaba a punto de explotar la terraza y que tenía de rehén a un estudiante para que no entraran en pánico.

Ellos colaboraron al ver que todas las personas estaban bajando y, también, al notar la mirada preocupada de la mujer.

El camino hasta la planta baja fue rápido y tranquilo, no hubo ningún problema. Todos estaban muy acostumbrados a las ocasiones de emergencia baja o media, salir del hospital eran cosas que llegaban a realizar una que otra vez.

A Todoroki le parecía extraño que hayan muchos periodistas, policías y ambulancias en el lugar. Él sabía que hubo un ataque de un villano no muy lejos del lugar y los héroes lo tenían controlado. Por esta razón decidió no acercarse, agregando el hecho de que tenía que cuidar a su madre.

Fueron dirigidos hasta varios metros del lugar, cerca de las ambulancias que estaban para acompañar a los recidentes del hospital.

Al llegar todos escucharon una voz escalofriante.

–¡Ahora todos prestenme mucha atención!– exigió la voz proveniente de la azotea del edificio.

Todos los presentes elevaron sus miradas, fue ahí cuando entendieron perfectamente la situación.

Muchos estaban helados y otros preocupados. El villano tenía a un joven como rehén.

Todoroki y Rei estaban en shock. Bakugo estaba en ese hospital y para su mala suerte fue capturado por el villano.

Mientras que la policía intentaba calmar al villano y ganar tiempo, los murmullos de las personas a su alrededor comenzaban a escucharse.

–Que idiota de su parte dejarse atrapar por ese villano– comentó un hombre a mediados de los cuarenta.

Muchos arrugaron su ceño en señal de disgusto ante lo dicho por el hombre.

–¿Idiota? Si no fuera porque él se entregó tú seguirías ahí adentro– declaró una de las enfermeras.

–Se supone que es un aspirante a héroe ¿Vos crees que uno se dejaría vencer así de fácil?– preguntó.

–Es un niño, lo que hizo fue lo suficientemente valiente como para salvar tu trasero– respondió un señor mayor de edad que presenció toda la situación desde el principio.

–Yo nunca le pedí que lo hiciera, de igual manera es muy tonto–

–Tú no lo pediste, pero él sí. Me dijo que los sacara a todos ustedes mientras él distraía al villano– dijo enojada la enfermera –Es un niño todavía, debe tener al menos quince l dieciséis años, tú que eres un adulto no haces nada y te quejas de sus valientes acciones–

Todos se quedaron en silencio. Las palabras de la mujer quedaron grabadas en su mente. Ella tenía razón, la persona que estaba allí arriba luchando era solamente un joven estudiante que tenía una larga vida por delante.

Todoroki nuevamente tenía una mirada de preocupación. Sintió que su madre tomaba una de sus manos y la acariciaba en un intento de consolarlo.

Sus miradas volvieron a dirigirse a la parte superior del lugar. Desde ahí vieron la forma en la que el villano engañó a los héroes y cuando generó esa fuerte explosión.

El tiempo para Todoroki se detuvo, cada segundo era una eternidad para él. Podía ver lentamente la forma en la que caía Bakugo.

Su vista estaba volviendo cada vez más borrosa.

Rei posicionó su mano en la nuca de su hijo y lo atrajo en dirección a su hombro, fue un intento de evitar que siguiera mirando esa escena.

–Todo estará bien cariño, él estará bien–susurraba en el oído de Todoroki.

Bakugo fue llevado rápidamente al hospital más cercano en una de las ambulancias que había en el lugar. Además de eso, no se supo de su condición hasta después del transcurso de varias horas.

Todoroki no fue a visitarlo en ninguno de esos tres días en el que estuvo hospitalizado.

Se sentía culpable, pensaba que tal vez estaba en esa situación por ver que el hospital atacado era en el que se hospedaba su madre.

Midoriya estuvo informando constantemente a Todoroki del estado de salud en el que se encontraba Bakugo.

En su mente estaba la cuestión de si iría a hacerle una visita a Katsuki o solamente seguía recibiendo información de él por Izuku, quedó como resultado la segunda opción.

Recibió un mensaje extraño de Kirishima, en su contenido le pedía realizar una reunión en una cafetería cerca del hospital en el que se hospedaba Bakugo.

Él aceptó ir, después de todo estaba curioso por lo que iba a decirle el novio de su mejor amigo. Además de que Midoriya también lo convenció de ir, al parecer él sabía lo que estaba pasando pero por alguna razón no se lo decía.

El día en el que se reunieron fue el mismo en que los demás decidieron visitar a Bakugo. Esperaba no encontrarse con nadie más en camino al lugar, le sería medio incómodo si sucediera ya que algunos de ellos lo presionarían para reconciliarse con Katsuki.

Al llegar a la cafetería notó que Kirishima ya estaba sentado en una de las mesas del interior.

Todoroki estaba nervioso, no sabía cuál era la razón de su repentino encuentro. Su corazón palpitaba rápidamente y su mente deseaba que en esa conversación no surja el nombre de Bakugo.

Soltó un gran suspiro mientras ingresaba al lugar.

Vengaza (bakutodo)Where stories live. Discover now