Capítulo 2.

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(Sábado, 13 de abril.)

- ¿Cómo te sientes?

Miro a Madeline con desdén y no pronuncio respuesta.

- Caroline. - Dice firme. - Esta es tu décima sesión de terapia en casi dos meses y no hemos tenido un gran avance. No puedes seguir atada a Jerard.

- No sé qué decirte.

- Dime cómo te sientes.

- No lo sé.

Escucho un suspiro profundo de su parte.

- Bien. ¿Cómo te sientes desde que Jerard está en prisión?

- Miedo y alivio.

- ¿Por qué miedo?

- Miedo a que salga, me encuentre y se vengue de mí.

- ¿Por qué se vengaría de ti?

- Yo lo metí a la cárcel.

Otro suspiro.

- Él está en la cárcel porque hizo cosas horribles, no por ti. Fue su culpa, no tuya. Debe responder por sus actos. Y tú debes seguir adelante.

- No sé cómo.

- Si lo sabes, pero te da miedo.

Agaché la cabeza. Pasaron un par de minutos hasta que fui yo quien dio un hondo suspiro.

- ¿Cómo puedo seguir adelante?

- Primero, sácate esa etiqueta de "Jerard Dotter" de ti.

Asentí levemente.

- Iremos por partes. Claro está, si tú lo decides. - Levanté la mirada y le di una sonrisa. - Podemos ir avanzando con cosas que no podías hacer con Jerard.

Asentí de nuevo un poco dudosa.

- ¿Por dónde crees que podríamos empezar?

Ladeé mi cabeza.

- No sé.

- ¿Qué te parece empezar por salir más de casa? Con tus amigos.

La miré triste.

- Jerard me alejó de mis amigos.

- Bueno, aún mejor. Volverás a encontrarte con ellos, visítalos. Como si Jerard Dotter nunca hubiera sido parte de tu vida. Sé que ellos te entenderán y te apoyarán en el proceso.

- ¿Cree que podría funcionar?

- Estoy segura. - Dijo tomando mi mano desde el otro lado del escritorio. - Caroline Zafred tendrá un renacer. No serás la misma de antes, serás mucho mejor. Ya sabes por lo que no quieres volver a pasar, eso te va a servir para ser más selectiva con un entorno sano.

- Gracias, Maddy. - Le sonreí.

- ¿Sabes? Si no te conociera ni fuera tu psicóloga, te diagnosticaría con bipolaridad.

Madeline se levantó y giró por su escritorio hasta quedar tras de mí. Me levanté y me di la vuelta, ella me abrazó con fuerza y seguridad, a lo que correspondí de inmediato.

- Pero sé que es solo una etapa de miedo por la que debes pasar antes de sentirte mejor. - Dijo dándome un beso en la cabeza.

Escucho el pito de un carro y me separo de Madeline, ella asiente y sonríe.

- Nos vemos en la próxima sesión. Salúdame a Luke.

- Seguro Maddy. - Sonreí. - Nos vemos.

Salgo de la sala con una sonrisa, me despido del guardia que cuida el edificio y camino hacia la camioneta negra donde Luke me espera con la puerta de copiloto abierta.

Mía.Where stories live. Discover now