~CAPÍTULO 2~

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Shanea

Me encontraba en mi habitación estudiando para un examen muy importante, en pocas horas tenía que irme a trabajar, así que tenía que aprovechar cada segundo si es que quería sacar buenas notas en el colegio. Sabía que mis padres se encontraban detrás de la puerta de mi habitación, los escuchaba susurrando sobre lo buena hija que era, realmente me sentía mal por ellos, eran unos padres espectaculares y les había tocado una vida muy miserable, al parecer la vida se empeñaba en torturar a los más débiles y buenos.

Había terminado de estudiar y ahora me dirigía hacia el bar, no tenía auto así que debía caminar las cinco cuadras que tenía la distancia de mi casa y el bar, realmente era agotador caminar todas las noches donde los peligros eran más evidentes, pero no tenía de otra, debía trabajar aunque arriesgara mi vida. El bar estaba más lleno de lo común, el uniforme de las meseras no ayudaba mucho a que los hombres no miraran con morbosidad, pues la falda solo cubría una parte de mis glúteos y cualquier hombre podría tocar, lastimosamente no podíamos quejarnos, porque según el jefe, eso era espantar a los clientes.

—Shania, Shania —llamó una de mis compañeras tras de mí—. El jefe quiere hablar contigo.

—¿Conmigo? —pregunté con temor, ella asintió—. Pero no he hecho nada malo.

—No lo sé, solo me pidió que te llevara —alzó sus hombros mientras hacía una mueca. Yo sentía que la respiración me faltaba.

Caminé entre la multitud tratando de mostrarme tranquilo, si el jefe quería verme era porque algo serio iba a mencionar, realmente las pocas veces que lo había visto, había hecho que tuviera pesadillas consecutivas con su horrible y espeluznante rostro. Casi siempre mantenía de mal humor, odiaba todo y todo le fastidiaba, la oficina que le pertenecía siempre tenía un asqueroso olor a tabaco y alcohol, era verdaderamente repugnante tener visitar ese lugar, pero no había de otra, las cosas aquí era así, cuando el jefe mandaba a llamar a una de las chicas, ésta tenía que ir rápidamente a su oficina y hoy me había tocado a mí.

Seguí a mi compañera hasta la puerta donde dos guardias musculosos y malhumorados me miraron insignificantemente, realmente no sabía cuál era su problema, yo solo quería irme a casa y que todo esto solo fuera un pesadilla. Uno de los guardias entró a la oficina y tardó solo cinco minutos en volver a salir, se acercó a mí y habló con voz ronca.

—El jefe la está esperando —comunicó para luego volver a su lugar.

—G-gracias. —tardamudeo mientras camino hacia el interior.

—Surte —susurró mi compañera.

Entré a la oficina y de inmediato el asqueroso olor inundó mis fosas nasales, no pude evitar taparlas mientras me adentraba más entre el humo, escuché una risita burlona proveniente de mi jefe, sabía que se estaba burlando de mí y de mi desagrado. Caminé un poco más y me paré al frente del jefe, un viejo de unos 70 años, calvo, con barba y bigote color canoso, en sus labios había un tabaco grande y en su mano derecha llena de anillos, un vaso de ron fuerte y oscuro, era realmente horrible.

—Siéntate querida Shanei —asió con una sonrisa—. No te asustes, no te he citado para algo malo.

—Gracias —agradecí tratando de que no notara mi terror.

—Una de mis bailarinas se ha roto una pierna en un accidente —enunció—. Tu cuerpo Shanei, es exquisito.

—¿Mi cuerpo? —pregunté confundida.

—Quiero que bailes en su lugar —indicó señalando un traje de encaje—, no aceptaré un no como respuesta, así que vístete y sal a bailar. 

Antes de ser gato. (✔️)Where stories live. Discover now