Una vida paralela (Newt, Maze Runnner)

Montañas

Las montañas imponentes amenazaban con derrumbarse.

Invierno aparecía con los primeros copos en las puntas de las montañas. Pronto usaríamos abrigos o temblaríamos de frío.

Los ríos comenzaban a congelarse, los peces habían desaparecido y lo único que podíamos comer era latas de arvejas y agua. Las mochilas pesaban de provisiones, nadie quería llevarlas pero eran tan necesarias como la vida misma.

Faltaba mucho para terminar de atravesar las montañas y recorrer el bosque. De ahí en más ya estaríamos en la tierra de Thomas y podríamos vivir en paz, o eso era lo que nos dijo Clain.

Clain era un misterio, no sólo nos mintió y traicionó, sino que desaparecía en un dos por tres. Nadie de ninguna base sabía a dónde iba. Ni siquiera sus secretarios, los subjefes de la segunda base a donde fuimos. Todo era enredado y sutil. Él no jugaba solamente a las cartas.

Mis manos comenzaron a temblar y las refregué para tomar calor. Josh me observó curioso, tenía un humor como el mío, así que nos entendíamos.

Rose cuidada a una curadora con una gripe en desarrollo. Ella lucía exhausta, los cabellos en su cara, las ojeras por cuidarme de mis pesadillas, una parte de su remera rota por ayudar a uno que se desangraba hace un día. Lucía como alguien del Área. Ella se sacrificaba por los demás. Y la amé más.

Pennye se convirtió en su sombra. No hablaba prácticamente con nadie. Era atenta y astuta. Si le hablabas, miraba de reojo a todas partes, desconfiada y sumisa. No entendía su comportamiento, pero daba igual. Todos estábamos cambiados.

A lo lejos de repente observamos una silueta, inmovible a la merced del viento. Era un hombre, y por un momento temí que era un líder Crank, aunque ningún Cranks tenía líder.

Llevaba un traje puesto.

Josh no bajó nuca la guardia, todos temíamos. El murmullo se hizo evidente.

-¡Bienvenidos!-gritó el hombre de repente.

Todos nos sobresaltamos pero no paramos de caminar hacia su posición. Era nuestro único camino.

Una sonrisa apareció en su cara, pero todavía no lo distinguíamos. Yo, en mi caso no me figuraba que era un Crank, de otro modo estaría roto y sucio y lleno de contaminación mental. Estábamos lejos, no lo reconocimos hasta llegar a la menor distancia. Cuando él se quitó la máscara.

Y se nos fue la respiración.

-Bien, hay mucho trabajo que hacer. Sus filas están desordenadas y tienen una manada de Cranks y cinco kilómetros de distancia-esas palabras nos abofetearon como carne- por lo que demen un mapa y yo les indicaré la ruta para ir más seguros…-y bajó la voz- y que mueran menos…

Josh no se contuvo, no lo culpaba.

El clima de repente se tornó turbio.

-¡Oiga!, usted nos abandonó, así que puede marcharse tranquilamente hacia donde se le plazca. Porque no-lo-ne-ce-si-ta-mos –dijo separando las sílabas, apuntándole desmedidamente su cuchillo de caza.

No tenía una buena cara.

Clain lo miró por un momento y se dirigió a mí.

-Y por eso le estaba hablando a él-me señaló-. No eres comprensivo, sino impulsivo y egoísta. Eso te matará en un tiempo, te lo advierto-indicó él a Josh.

No creía lo que veía.

-Hey, amigo. Yo estoy con Josh, nos abandonaste y mentiste, ¿y quieres que te sigamos?-lo tuteé.

Clain me miró consternado.

-Sí, o todos morirán. No estoy aquí para juegos de niñas-nos observó serio.

Josh y yo nos miramos, sabíamos que era eso o perderse en el bosque. Tal vez entonces tendríamos motín y en verdad, todos moriríamos: o de hambre, o Cranks, o las mismas personas.

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Holaa, bueno no interrumpo por mucho.

¿Qué tal todo? ¿Les gusta?

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G.