El Tiempo no lo arregla todo

Capítulo III

— Ven a mi Oficina.

— Señor se lo puedo explicar es qu-

— Ahora.

En ese momento mi Jefe empieza a caminar, empiezo a seguirlo hacía su Oficina, no puedo dejar de temblar, mi corazón esta latiendo muy rápido, esta bastante claro que voy a ser despedido.

Pasan unos cuantos minutos y llegamos a su Oficina, él abre la puerta y me deja entrar primero.

— Siéntate Tyler.

Sin decir ni una palabra procedo a sentarme.

— Tyler... Han pasado 4 años desde que limpias aquí, eras un niño en aquellos años y era comprensible que fueras un fracasado trabajando ya que dabas lastima, pero ahora ya eres un hombre y estás cosas ya no se pueden tolerar tanto.

— Señor... Yo no quise hacerlo, es que salí de la fábrica y-

— Tyler... No quiero escuchar tus estúpidas excusas.

— Por favor...¡deme otra oportunidad!

— Mira... Estoy hartó de tí y tus errores, eres un maldito dolor de cabeza, así que es mejor que vayas largándote.

— Pero...¿¡Qué no lo entiende!? ¡tengo a una hermana que cuidar y alimentar! Sin este trabajo no sé que haré...

— ¿Y eso en qué me incumbe? — Responde mi Jefe con una voz áspera.

Maldito hijo de perra.

— Tyler, estás oficialmente despedi-

En eso abren la puerta de forma muy brusca.

— ¡Espera Joseph! — exclama Henry.

— ¿Henry qué se supone que estás haciendo?

— Me acabó de enterar de la situación y me dijieron que estaban aquí, mira Joseph... No lo vayas a despedir.

¿Qué?

— ¿Por qué dices eso? Eres nuevo Henry, no conoces a esté mocoso.

— No me importa si lo conozco o no, este mocoso me importa.

¿QUÉ?

— ¿Qué tratas de decirme Henry?

— Solamente no lo despidas, dale solo un castigó por sus actos.

— ....

— ¿Y qué dices Joseph?

— Bien... Pero como tú dijiste ahora será tú problema.

— Muchas gracias, en fin me tengo que ir, nos vemos Tyler.

— Ehhh... Adi-

Henry procede a cerrar la puerta antes de que termine.

— Estoy igual de confundido Tyler.