36. Puntos suspensivos

96 23 11
                                    

¿Quién diría que el brío naciente de esta estupidez acabó en una fausta metamorfosis?

Quién diría que esta historia se inscribió en mis venas, cortando una por una.

Quién diría que somos puntos suspensivos de un párrafo abierto que no está dispuesto a cerrarse con punto final.

He sido el gris que rechazó tu iridiscencia. He sido el imperfecto que se caló en tus virtudes como tu clandestino defecto.

Enriqueciste el universo impúdico de esta alma pobre. Saciaste las ganas de una libido inquietante, pero no los deseos de este poeta delirante. 

La escarcha envolvente de mis penas ansían tus antorchas que queman. ¿Crees que miento, amada mía? No miente el que te cede su cordura a pesar de que ya no la tenga. 

En el lenguaje culto que denotó tu andar, terminó marcado por mi lenguaje soez. Lenguaje que rima tu boca con la mía y añade tus quejidos de placer en mi lascivia. 

¿Recuerdas el día en te aconseje que me mataras? ¿Recuerdas que te implore que me vivas?

He cambiado de opinión. Mátame de amor y víveme de agonía.

Desvelándome en letras © [COMPLETA✓] Where stories live. Discover now