25: Rosas.

1.9K 350 51
                                    

Diste 3 pasitos a la derecha y uno al frente. Monoma recibió el bordado y la rosita que tenías en tus manos, corriste como alma que lleva el diablo avergonzada. Neito vio tu espalda, las colitas rebotaban como globitos pequeños y coloridos, era tierno para él.

—Oye, Neito —llamó Naoko. Él volteó para verla—. Todoroki quiere que almuerce con él otra vez, ¿quieres ir conmigo? No me gusta que andes solo, pedazo de animal.

—¿Con la basura? ¡JA! Ni hablar —respondió. Ignoró la voz de la Nakamura para ver el pequeño bordado que le habías dado, era pequeño y le encantaba, cabía en su bolsillo y la rosa era el reemplazo de la nota diaria. No le molestaba, es más, esperaba poder cuidarla por el resto de su vida.

...

Estaba cerca de explotar, odiaba estar sentado en una mesa compartida junto a la clase A, pero estabas ahí y él no quería gritarte porque pensaba que si te hablaba muy alto llorarías y cielos, hacerte llorar era como invocar un ente maligno porque no solo él estaría enojado consigo mismo sino que toda la clase A estaría a nada de enterrarlo vivo.

—Monoma, pásame la sal —pidió Naoko.

—¿Por qué no te paras y la sacas tú? —respondió irritado.

—Respóndele bonito a mi hermana —pidió Yuudai, quien lastimosamente para Neito, ya había entrado en confianza con él.

—Toma —interrumpió Shouto pasándole el salero a Naoko.

—¿Ahora el imbécil de la clase A es esclavo de la cereza?

No es por metiche, pero el culiao pesao wn, te la pidió a voh y la mandaste a la chucha.

—Aretha, no te metas. 

—Ya, mi amor.

Monoma se levantó irritado después de eso, ya no aguantaba estar en la mesa ni a la gente mirarlo tan raro. Lo seguiste y tomaste asiento a su lado al verlo en una banca solitaria—. Ah... Perdón por seguirte. ¿Estás bien?

—Sí. 

—La flor... ¿La cuidarás?

—Claramente, cuidaré una rosa para que sea la mejor rosa que verán en sus vidas.

Te miró y lo miraste, fue un momento cliché y genérico como el de cualquier libro de romance donde los protagonistas comienzan a acercarse para darse el mejor beso de sus vidas como los expertos en beso que son, aunque fuese su primer beso.

Pero claro, eres tú después de todo y la mala suerte te persigue. Un balón de futbol impactó directamente en tu cara y casi volaste, caíste de espalda y ambos quedaron congelados. Monoma te ayudó a levantar del piso, tuvo que llevarte a la enfermería porque tu nariz estaba sangrando.

Su casi beso fue eso, solo un casi beso.

Bordados para Monoma, bnha. TERMINADAWhere stories live. Discover now