Destacar. Esa es la única manera en poder ganar popularidad sin ser temido cuando se trata del ámbito escolar, y cuando se trata de un mundo dividido entre carnívoros y herbívoros.
Destacar, porque no puedes esconder tus instintos, no puedes mostrar...
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──¡Pina! ──Exclamó la mujer a punto de llorar, mientras se acercaba a donde provenía tan fuerte aroma.
Detrás de los basureros estaba él, intentando usar sus cuernos para liberarse. Rizz también le había secuestrado, para que no causara molestias en la pelea, aunque lo había herido para poder llevarse algo de su sangre y alborotar a Legoshi.
El carnero, que estaba atado, mostró sorpresa, anhelo e ilusión al oír la voz de aquella chica. Desde hacía minutos había tratado de huir, pero estaba tardando demasiado. De hecho, no tenía esperanza alguna de sobrevivir, pero esa voz le dio una pequeña chispa de anhelo, y de querer volver a vivir.
Cuando la zorra se acercó donde estaba el carnero, el contrario le miró con sorpresa. Estaba angustiado, sobretodo por que ella estaba herida, y él creía que ella estaba con su familia. Se sentía mierda por haber descartado la idea de que en realidad se encontraba en peligro. Y pasó un día entero sin comer, lo más probable. Estaría demasiado débil, más que él.
La mujer de inmediato desató al mayor, y una vez estaba suelto, fue su sorpresa al sentir a Pina abalanzarse sobre ella en un tipo de abrazo. Estaba nerviosa, y algo confundida, pero correspondió, y después de segundos tomó el rostro del macho, en busca de heridas. Ninguna, sólo una muy leve en su brazo, que estaba empezando a cerrarse a penas.
──¿Qué haces aquí? ──Preguntó el carnero, mirando la herida de la chica ──Creí que ibas a estar con tu familia, ¿dónde habías estado?
──... Uh... Larga historia ──Rió levemente ──. Pina... ¿Qué harás...? Ellos dos están allá afuera, peleando. No sé si está Louis allá, y no sé donde está escondida Misha, yo-...
──Escucha, no puedes pelear contra él. No con Legoshi, solo serías una distracción ──dijo, de manera seria ──. Así que lo mejor que podemos hacer es nada.
──¿Qué?
──Sólo llama a la puta policía ──dijo, algo frustrado ──. Sabes bien que sin carne, Legoshi no sería capaz de sobrevivir.
──¡Vamos al mercado negro entonces! ──dijo, algo extasiada tomando las manos del carnero ──Prometí volver a casa, pero igual prometí ayudar a Legoshi...
──Si vamos al mercado negro ahora, será muy tarde cuando regrésemos. Legoshi ya estará muerto ──dijo, soltándose del agarre de la menor ──. Y no está esa gata para que ahora te dé su preciada carne. Así que no hay forma de que salgamos vivos de esto, ____.
──... Pero quiero ayudarlo ──dijo, a punto de quebrar en llanto ──. Sé que soy solo una chica de quince años, que no es capaz de siquiera comer carne, pero quiero estar con él. Es mi mejor amigo, ¡está luchando por la justicia! No entiendo porque interveniste en esa pelea... Hubiese sido mejor para ti y para mí...
──... Intervine porque me preocupabas, ¿ok? ──dijo, algo furioso y levemente ruborizado ──El día que llevé las cosas de Kibi, estabas vomitando demasiado por tu estrés. Sabía que si Legoshi moría empeorarías.
