DOG ✧ SIRIUS BLACK

vi. tu plan es horrible

—Bien, ¿Cuál es tu plan?—preguntó Rachel mientras dejaba un tazón con cereal delante de Black.

Resulta que al final Sirius Black estaba diciendo la verdad. No había manera de que estuviera mintiendo después de haber tomado la poción. Así que a Rachel no le quedó de otra aceptar la realidad. Peter Pettigrew no era un chico dulce sino que un traidor. Un asqueroso traidor que había entregado a los Potter. Claro que antes necesito tomar un trago, dormir un par de horas y tomar una ducha para poder asimilar la información.

—Iré contigo a Hogwarts y mataré a Pettigrew—dijo el prófugo mientras se servía leche.

—Tu plan es horrible.

—¡Ni siquiera me dejaste terminar!—se quejó Sirius—. Al menos podrías darme el beneficio de la duda.

—No necesito oír más—determino la rubia—. Dijiste que matarías a Peter. Acabas de salir de Azkaban ¿Acaso quieres volver? ¿O piensas matarlo y después vivir toda tu vida como un perro? ¿No te gustaría ser libre y estar con Harry?

Claro que quería ser libre. Le gustaría poder vivir con Cassie y Harry. O al menos verlos seguido porque Sirius no era idiota. Sabía que Harry no dejaría de vivir con Elle y sus primos sólo para irse con él. Al igual que Cassie. Su hija se había criado con los Lestrange, Rabastan y Elizabeth fueron quienes estuvieron en casa momento para ella, ellos habían sido sus padres durante estos doce años. Ellos eran la única familia que Cassie conocía y él no podía aparecer de la nada e intentar llevársela.

—Me escape de Azkaban por Harry. Él está en peligro con Pettigrew a su alrededor. Tengo que matarlo.

Rachel dudaba que Pettigrew fuera una gran amenaza para Harry. Sí, el mal nacido había entregado a los Potter, pero durante estos dos años en Hogwarts nunca le había hecho algo a Harry. Claro que no pensaba decirle eso a Black porque ya lo veía poniéndose histérico y tirándole el desayuno.

—Black, no estás siendo lógico. Estoy comenzando a pensar que estar transformado tanto tiempo en un perro afectó a tus neuronas—dijo Bones ganándose una mala mirada por parte del hombre—. Lo más lógico sería que le muestres al Ministro tus recuerdos o que te interroguen con veritaserum.

—No me quisieron escuchar hace doce años ¿por qué lo harían ahora? Te recuerdo que estoy prófugo. Si me entrego me mandarán directo a darme el beso de dementor.

Rachel suspiro. Tenía que admitir que Sirius tenía un punto. Le gustaría poder decir que si le contara a su hermana ella podría ayudarlos. Pero si Amelia se enterara que tenía a Sirius Black bajo su techo y que pensaba ayudarle a conseguir su libertad seguramente la trataría de idiota. Amelia no se molestaría de escuchar la versión de Black, lo entregaría directamente y a ella la mandaría a San Mungo alegando que estaba loca por estar viviendo con un "asesino" por segunda vez. No importa cuánto tiempo haya pasado Amelia nunca volvería a confiar en el juicio de Rachel después de lo de Evan.