Mi Pequeño Bastardo (Jason Todd)

Capitulo 8 -- Gift

Me encontraba sumida en la oscuridad, no podía salir, el miedo y la soledad se apoderaban nuevamente de mi. Igual que en los inicios de mi creación.

Un  recuerdo vino a mi mente: más de diez tropas me escoltaban hasta LuthorCorp, subimos hasta llegar al último piso del edificio.
Entramos a una oficina y nos detuvimos frente a un pequeño escritorio.

—Saluda —me ordenó la señora Luthor.

Automáticamente sin que lo piense si quiera me inclino ante Lena.

–Feliz cumpleaños hermanita -dijo un hombre detras de mi- una semi-kriptoniana a tu disposición.

Yo no sentía nada, no pensaba nada, solo un vacío que no me importaba.
Mi recuerdo se va disipando poco a poco.

–Matalos -decia una voz lejana, una y otra vez.

No quería...no debía y aún así mis manos estaban llenas de sangre. No tenía el control de mi misma.

–¿Tardará mucho en despertar? -oí decir a Kara muy a lo lejos.

Kara la personificación de la rectitud, la esperanza y la bondad. ¿Cómo un ser tan bueno pudo aceptarme como su igual, llegar a amarme e incluso dar su vida por mi?
Todas estas buenas personas aceptando como parte de su familia a una asesina como yo. Inclusive, en algún momento, mi único deseo fue matar a los kriptonianos.
No entiendo a la gente.

–Despertará pronto -decia Alex.
–Si ella estara bien -decia John al teléfono- no no es necesario que vengas...pero...espera
–Lo siento -decía Clark- quise venir a asegurarme por mi mismo que estuviera bien.
–La kriptonita la afecta a ella más que a nosotros pero aún así logrará recuperarse -le explicaba Kara.

Empecé a abrir los ojos poco a poco había mucha luz en la habitación.

–Oh, ¿Estamos en la DEO? -pregunté frustrada.
–Si -respondió Alex.
–Prefiero tragar un pedazo de kriptonita -bromee.

Todos en la habitación rieron, saben que odio la DEO, ellos fueron los que querían matarme o convertirme en un "soldado", lo que realmente querían era solo un cambio de propietario.

–Veo que no perdiste tu humor -dice Clark.

Me logré levantar y Kara se lanzó a abrazarme.

–No me asustes así otra vez -me dijo separandose de mi.