Ahogándonos

Capítulo 31 - Estar juntos

Taehyung salió antes del almuerzo, dijo que no demoraría pero ya ha pasado un buen rato. Rouse salió y se sentó sobre uno de los escalones de la pequeña escalera que había en la entrada de su casa. Por un momento se le ocurrió que pudo haberse perdido, pero aquel pensamiento era imposible, ya que él había vivido aquí mucho tiempo e incluso él conocía mejor el lugar que ella.

A lo lejos pudo ver al señor Tom, él ha vivido toda su vida aquí en el campo. Es un señor más o menos de la misma edad que la abuela. Estacionó su auto delante de la casa y ella no sabía por qué, pero se puso de pie y se acercó para saludarlo. No conversaron mucho debido a que Taehyung también salió del auto, al parecer el que conducía era él. Tom recalcó lo mucho que le sorprendió verlo, Taehyung estuvo mucho tiempo sin visitar su hogar.

─Tengo que mostrarte algo ─tomó su mano y la llevó a la parte trasera del auto.

Ella miró a Tom quien también le sonrió, ella le siguió.

Taehyung abrió la maletera y dentro de ella habían muchas flores, las favoritas de Rouse. 

─Son mis flores favoritas ─sonrió.

─Lo sé ─la abrazó de la cintura─. Las traje para plantarlas aquí, en el jardín de la abuela─. Cada que las veo pienso en ti ─besó su mejilla.

Rouse lo abrazó con fuerza, olvidando la presencia de Tom, no estaban haciendo nada malo después de todo. Solo eran dos jóvenes queriéndose.

Quisiera que después de la tormenta, esté la calma.

***

En otro lado, en ese momento; se encontraba la familia Bayly en casa de la familia Kim.  ¿Cuántos momentos  evitados hubieron todo este tiempo? Ambas familias no se llevaban bien, pero fingían que sí tanto como se llevaban. 

─Créame cuando le digo que si hubiera sabido que mi hijo se iría con su hija sin su permiso yo no lo hubiera permitido.

─Taehyung dijo que iría al campo pero no dijo con quién ─continuó Jin.

─La policía no hará nada hasta que pasen veinticuatro horas ─habló Regina─. Será mejor que alguien vaya y la traiga.

Jin observó a su novia, sentía vergüenza por la locura que había hecho su hermano. Haber involucrado a personas ajenas a sus pensamientos, no lo veía correcto. Sobre todo sentía pena por la actitud con la que llegaron sus padres. Los señores Baylys tocaron la puerta y mandaron a llamar de inmediato a sus padres, Regina venía con ellos, ya eran las ocho de la noche. Al hablar con los Kim lo primero que dijeron fue «¿Dónde está mi hija?» pero ellos no entendían a qué se debía la pregunta. Luego de un intercambio de palabras pudo comprender todo.

─No sabía que Rouse y Taehyung eran

─No lo son.

─¿Cómo lo sabe?

─Mi hija nunca podría estar con alguien como él, su hermano es

Pero se detuvo antes de completar la frase. La señora Kim estaba también enojada, pero no por la situación, sino por tratar de intuir algo sobre su hijo.

Jin sabía que Taehyung es un poco problemático, pero también sabía que Rouse no era tan inocente como sus padres la tratan.

─No permitiré que usted hable así de mi hijo, mucho menos en mi casa ─amenazó─. Si su hija está con mi hija ahora mismo en el campo, es porque ella quiso. Su hija ya no es una niña pequeña.

─Mi hija aún es menor de edad ─habló el señor Bayly─. Yo me encargaré de que su hijo se haga responsable de todo esto.

─Creo que en vez de estar defendiendo a uno o al otro, deberíamos de ir a traerlos y asegurarnos que están juntos, de lo contrario todo esto está siendo innecesario ─anunció Liam.

─Es evidente que están juntos ─aclaró Regina.

─Desde que su hijo regresó a la vida de mi hija, todo ha sido un desastre. Por culpa de él ella no hace nada bien. Yo me encargaré de traer a mi hija ─informó la señora Bayly─. Pero quiero que su hijo se aleje de mi hija, de lo contrario procederé a consecuencias más fuertes.

─¿Por qué haces esto? ─replicó Jin─. Después de todo seremos familia...

La señora Bayly solo lo vio fugazmente con enojo, dio la vuelta y caminó a la salida, su familia iba detrás de ella.

Todos somos ángeles y demonios, pero a veces se nos da por ser humanos.

***

El día que conocí el amor, fue el día que te conocí.

─Es extraño...

─Pienso lo mismo...

Antes, todos los días salían por la noche después de cenar. Se tiraban sobre el césped cerca a casa para ver a las estrellas posarse en el cielo. Pero esta vez era diferente, extraño. Porque no había ni una estrella, esta vez el cielo solo estaba un oscuro, pero la luna llena se encargaba de alumbrar el lugar. Cuando  eran niños siempre creaban historias con respecto a las estrellas y todo eso que no se puede tocar. Ambos son muy curiosos, lo siguen siendo.

─Me gustaron las flores de hoy ─lo miró─. Muchas gracias

─Te daría todas las flores del mundo, te lo juro sonrió.

Ella sonrió sin decir nada, ambos volvieron a ver el cielo a pesar de estar vacío. 

─Quisiera que se apague el cielo y que se enciendan las estrellas.

Suspiró y pensó en todo lo que había hecho hoy día, sin imaginar lo que pasaría mañana. Se preguntaba constantemente qué le diría a su madre cuando vuelva, por supuesto que la castigaría.

─Rouse... ─ella giró su cabeza a verlo─. Yo nunca intentaría hacerte daño. Si me crees... ¿Verdad?

¿A qué le tienes miedo?

─¿Por qué me dices eso?

─¿Pero me crees?

─Yo tampoco intentaría hacerte daño.

─Solo quiero que recuerdes; que adoro tu existencia.

Ella sentía lo mismo, Taehyung se veía misterioso hablando así.  ¿Cómo podía descifrar lo que sentía?

Se acercó despacio hasta él para besar sus labios. Al cerrar los ojos se dio cuenta que la vida que lleva no le basta a comparación de lo que siente aquí con tanta sencillez. Taehyung la tenía sin si quiera haberla pedido.

─Eres hermosa ─susurró cerca a sus labios.

Taehyung tenía miles de secretos que ella tampoco sabía, y lo tenía presente. Sin embargo no reclamaba, no tenía derecho. Por ahora se conformaba con tenerlo cerca, aunque eso a veces doliera.

Ella siempre obtendrá flores, porque ella tiene su propio jardín.