Shadows of the Night. Hogwarts.

Weasley's House

Caminaba por los pasillos sin rumbo alguno, es que caminar en los pasillos es tan relajante.

No me sentía mal, ya no me sentía mal, me sentía libre, me sentía bien, me sentía yo.

El aire de primavera llegaba y se hacía presente con su gran sol.

Recordé algo:

✨"Olvida y busca."✨

Uniendo los hilos e historias me di cuenta que era hora de olvidar y dejar ir el pasado, soltarme de él y buscar el presente.

Así es, hablo de Draco Malfoy.

No era perfecto y lo sabía, sabía perfectamente a lo que me enfrentaba, y aún así lo quise, pero eso era parte del pasado.

Dolía, dolía mucho, pero quería mi felicidad y mi estabilidad y sabía que en ese lugar en el que estaba sumida no conseguiría ser feliz.

Estaba cansada de todo, pero ahora tenía en mente algo mejor, más bien, alguien mejor.

;)

(...)

Tom me había invitado para acompañarlo a supervisar los pasillos, pues era prefecto.

Acepté y al cabo de unas horas ya estaba con él en los pasillos caminando y vigilando.

– Tienes que ser prefecta. Es genial serlo. - Dijo jugando con la luz de su varita.

– Obviamente seré prefecta.

Caminar con él era tan cool, es como soft pero estricto. Era perfecto para ser prefecto.

Su perfil es glorioso.
Mandíbula perfectamente definida, unos cuantos y pequeños lunares en su cara, su nariz larga y fina, su piel tan suave, sus cejas enarcadas, y sus ojos verdes como aceitunas y brillantes, con pestañas largas, su cabello peinado y sedoso, lleno de rulos rebeldes que saltaban a todos lados de su cabeza y unos cuantos en su cara, su capa y uniforme bien planchados y presentables, sin ninguna mancha. El toque de gallardía en su ser nunca faltaba.

GLORIOSO.

Platicamos acerca de nuestras familias, y era genial conocer a un Tom Riddle nuevo.

– No conozco a mi madre, ni si quiera su nombre, murió cuando nací, creo y mi padre es un cobarde. Mi mamá era la de sangre pura. No sabes lo mucho que me hubiera gustado que los papeles se hubieran invertido y él fuera el muerto. No me cae bien, es horrible y altanero. Bueno, pero tiene dinero, soy su hijo y único heredero. – Dijo y sus expresiones fueron cambiando.

– ¿Lo odias?

– No. – Dijo con desdén.

– ¿Tú papá se llama Tom?

– Thomas Riddle.

– ¿Por eso no te gusta que te digan Thomas?

– Sí.

– Pues tu eres mejor. – Dije y sonrió flojamente.

– Aún recuerdo como te conocí. – Dijo.

– Fue un poco raro.