Capítulo 2

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Llevaba dos días sin dormir bien pensando en aquella frase "Tatuador de almas" ¿Qué querrá decir eso? A lo mejor es un slogan para vender y hacerse ver en las redes sociales  para tener más clientes, quien sabe.

Aquí estoy desayunando con mi abuelo Jorge y mi mamá Elizabeth, la ayude a preparar arepas que tanto nos gustan con Nutella, fruta y jugo de naranja para acompañar.

—Mami como vas con tu último cuento, hace rato no hablamos de eso.  —le pregunto con curiosidad

—Pues hija muy bien estoy terminando de corregir los últimos detalles para lanzarla finalmente en físico, tengo grandes expectativas con "Elsa la elefante" espero que a los niños les guste. —me dice emocionada.

Tengo recuerdos muy bonitos de mi infancia, mamá me inventaba muchos cuentos antes de irme a dormir. Todavía no era la escritora famosa que es hoy pero siempre tuvo muy buenas ideas. Papa siempre la apoyo para que su sueño si hiciera realidad. Siempre le gustó mucho escribir, quiero pensar que gracias a papá finalmente se decidió por lograrlo.

—Oye, sabes que te puedo ayudar cuando quieras para traducirla al inglés, me dices y te ayudo encantada.

—Claro mi niña seria de gran ayuda, además me pone súper contenta que seas parte del proyecto, dime algo y Patrick? hace rato no lo veo por aquí. —me dice arqueando una ceja en forma de pregunta.

—Esta un poco molesto con lo relacionado al tatuaje, pero no te preocupes le digo que se quede hoy y lo arreglamos, siempre lo hacemos.  —le sonrió a mamá para que no se preocupe.

—En parte tiene razón y estoy de acuerdo con él , pero hija al final el cuerpo es tuyo y ya tienes edad suficiente para hacerte cargo de tus actos, ¿No es así papá? —mira hacia mi abuelo que no ha parado de comer.

—En mi época los tatuajes se los hacían los prisioneros para marcarle el número y los marineros, en fin que solo los delincuentes los tenían, no deberías hacértelo mi niña hazle caso a tu abuelo. —me mira suplicante.

—Abuelo lo siento mucho pero ya tomé la decisión.

Termino el desayuno y subo las escaleras para lavarme los dientes. Cuando termino le escribo a Patrick para salir y pasear por ahí o sino bañarnos en el lago que queda cerca de la casa de sus padres.

Le digo la idea y le parece genial, así que me visto, me pruebo al menos 3 trajes de baño y al final me quedo con el primero que me probé uno bien pequeñito que enseña bastante de mis nalgas la verdad, pero vamos a estar nosotros solos y el ya ha visto todo de mi así que no me importa mucho.

Me pongo un vestido de verano y unas zandalias cómodas, me pongo un poco de máscara de pestañas y estoy lista.

Después de una hora, le escribo a Patrick para decirle que pase por mi, pero no me responde.
Espero como alrededor de media hora y nada, lo llamo al teléfono, al cuarto tono me sale con una voz rara, diría que nervioso.

—¿Vale? ¿Dime que pasa? —me sale al teléfono.

—¿Cómo que qué pasa? Quedamos a ir al lago. —digo molesta.

—Por dios lo siento me quedé dormido porque me dolía la cabeza, creo que es mejor dejarlo para otro día, si?

—Ok, pero prometeme que aunque sea vendrás hoy en la noche, no me gusta estar así contigo.  —le respondo  suplicante.

—No te preocupes estaré ahí para la cena. Besos.

—Besos, nos vemos más tarde. —le cuelgo con un poco de molestia.

¿Ahora que hago? es sábado, no quiero estar el día entero en la casa. Bueno, me pondré a leer algún libro.
Voy a mi estantería y saco uno al azar, solo para pasar el rato. Llevo como media hora leyendo y viene a mi mente esa foto que me ha sacado varios pensamientos, no conseguía entender que significaba, pero no tenía más información solo salía eso en la foto.

 El tatuador de almas ©Where stories live. Discover now