Capítulo 12

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Estaba perdida.


Estaba literalmente perdida, porque en realidad no sé dónde carajos estoy.


Yo salí de la universidad y me vine caminando a casa. Se supone que ya llevo tiempo aquí. Debería saberme de memoria el camino. Pero es que al parecer me equivoqué de calle. Soy una estúpida.


Diablos, ¿Dónde estoy? Saqué mi teléfono para llamar a Mackie. Esa perra se burlara por el resto de su vida, pero por ahora no me importa.


- ¿Anna? ¿Dónde demonios estás? -preguntó Mackie. Suspiré.


-Ese es el problema...no sé dónde estoy -dije, y una pequeña risa salió de mí. Mirándola la situación era divertida, solo si no tuviera un miedo de mil demonios.


- ¿Cómo que no sabes dónde estás? Anna te golpeare si es una de tus bromas.


-Te recuerdo que la de las bromas era otra en esta relación -recordé.


-Ahhhhg, ¿Cómo es la calle? ¿O como se llama?


-Pues...-miré a mi alrededor- Pasan autos, eh...hay una parada unos metros más allá.


-Oh claro, esas pistas me sirven mucho. Solo tengo que ir a buscarte por donde pasan autos. Claro, como no lo supe antes.


-Deja el sarcasmo fuera -gruñí.


-Vale, vale...dime por lo menos como se llama la calle.


Miré alrededor, nada...ningún cartel. Nada.


-Pues...no sé. Diablos, no sé dónde estoy.


- ¿Sí?, eso ya lo había supuesto.


-Mackenzie tu sarcasmo ahora no me ayuda.


-Okay, pues ¿Y como...? OH YA SÉ, SOY UNA GENIO.


Alejé un poco el teléfono de mi oído. Estudia Mackenzie.


-Soy una genio, soy una genio -comenzaba a decir.


-Dime que no estás haciendo el baile de la victoria.


-No, pues...tengo el teléfono en mi oído. Muy bien. Te voy a rastrear el móvil.


¿Cómo no pensé en eso antes? ¿Prender el GPS? Definitivamente soy una idiota.


-Qué va, apúrate.


-Señor, sí, señor -dijo riendo.


Estas cosas sólo me pasan a mí. La idiota del año.


                              ****


- ¡Es que no puedo creer que te perdieras! -dijo riendo Thalia. Como dije, Mackenzie se burlaría de mí por el resto de su vida. Y obviamente le diría a todos.


Mackenzie es como las madres, cuentan todo lo vergonzoso que te sucede.


- ¡Por quinta vez! -grité ya cabreada- Sólo...me perdí.


Las chicas comenzaron a reír nuevamente. Miré a Riley, él cual se mordía el labio para no reír. Imbécil.


Luego recordé que toda la mañana había tomado valor para decírselo ahora. Se lo diría, toda la verdad.


-Yo...tengo que ir al baño -dije mirando a Riley.


-Me llamas si te pierdes -me dijo Mackie. Estúpida.


Le hice una mueca, mientras todos volvían a reír.


Cuando salí de la cafetería, suspiré. Luego de la nada sentí que me agarraban del antebrazo y me arrastraban hacia...¿Las gradas?


Miré al chico, obviamente era Riley. Riley aún causaba cosas en mí. Soy una estúpida, pero vamos... Aquí vamos.


-Muy bien, nosotros tenemos una conversación pendiente -dijo aclarando su garganta.


Evité mirar sus ojos. No podía, no podía.


-Yo...-era una cobarde, soy una cobarde. Mis manos temblaban, mi corazón latía como loco.


Vamos Anna, esto es por Haley, esto es solo por Haley.


Aunque tuviese miedo, tenía que hacerlo por Haley. Solo y únicamente por Haley.


-Esa noche, cuando lo hicimos...se te olvidó eso, ya sabes -dije, evitaba la mirada de Riley. Mis mejillas ardían. Hablar con Riley hacía que mis nervios volvieran, me sentía como esa chica estúpida de antes.


-Yo...hum-


-Sí, a ambos se nos olvidó. Esto es culpa mía, como también la tuya.


Dios mío, tenía que hacerlo, vamos Anna...no te cortes.


-Está bien...pero no sé a dónde quieres llegar.


Asentí, aquí vamos. Tienes que ser valiente.


-Haley es...digo, es-


-Espera...¿Qué tiene que ver esa Haley con todo esto? -preguntó confundido.


Todo, tiene todo que ver. Solo déjame terminar imbécil, que mi valentía se va cuando me interrumpes. Tragué saliva.


-Haley es una niña de un año y un mes... -dije, cerré los ojos...como esperando la respuesta alterada de Riley.


- ¿Es tu hija? -preguntó confundido. Y un poco decepcionado.


Asentí. Sólo pude sentir que se quedó paralizado. Ahora la parte difícil.


Sentía como mi mundo era alterado, sentía mi respiración agitada. Mis manos sudadas. El nudo en mi garganta, y mi estómago haciendo volteretas. Tenía ganas de vomitar. De vomitar y desmayarme.


Tragué saliva.


-Y es tu hija también -dije con la voz entrecortada.


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Holu*-* sé que me quieren matar por dejarlas así, y que se asustaron por mi pequeña broma. JAJAJAJAJA lo siento.


Este capítulo es especial porque va dedicado a una chica del grupo que cumple años hoy. Así que ¡Feliz cumpleaños Kim! y que cumplas muchísimos más♡ i love u.


Muchísimas gracias por sus votos y comentarios, realmente es emocionante saber que la historia recibe tantos leídos, votos y comentarios*---*

Mackenzie Morgan tiene 2 millones de leídos, eso es simplemente woah, y es todo gracias a ustedes. Siempre les estaré agradecida♡


☆¡Saludos y besos mis Limoranjas geniales!☆

Annabeth RoweDonde viven las historias. Descúbrelo ahora