Lazo de Sangre {MarkSon}

Capítulo 10

Mark estaba acurrucado de lado en el asiento del Boxster Spyder sintiéndose miserable. Estaba recubierto bajo una chaqueta negra que él había empacado para las horas del día, pero a pesar de la protección, podía sentir que el sol lo estaba drenando. Era medio día y este estaba golpeándolo sin misericordia a través de las ventanas del pequeño carro deportivo como un martillo a pesar de su polarizado. 

—¿Estás bien?—Jackson le dio una mirada de soslayo mientras seguía tras el volante. Parecía disfrutar manejar el costoso carro más de lo que lo había disfrutado alguna vez Mark, de hecho, se había mostrado tan excitado por el Spyder que el vampiro sintió envidia. La manera en que Jackson pasó su mano por la brillante carrocería, la admiración que expresó ante los interiores de piel, no pudo evitar desear que al menos un poco de ese entusiasmo fuera dirigido a él. Levantó una mano hacia sus sienes y las frotó. Mon Dieu, me siento tan débil.  

—Hey, pregunté que si estás bien— La ansiedad de Jackson llegaba hasta él alterando sus ya destrozados nervios. El lobo había estado manejando desde que intercambiaron lugares en el momento en que el sol se asomó por el horizonte. Mark había estado feliz de cederle el volante y estaba incluso más agradecido de no tener que estar manejando en ese momento. Por la manera en que se sentía dudaba que pudiera caminar siquiera un metro, mucho menos tener la coordinación para manejar. 

—Estaré bien.— se lo estaba diciendo a sí mismo, aunque comenzaba a preguntarse si sería verdad. Su insistencia por seguir manejando durante el día en lugar de buscar un hotel había sido algo estúpido. Aunque era capaz de soportar la luz del día, le estaba drenando energía terriblemente, mucho más de la que hubiera esperado. Se sentía deshidratado, su cuerpo entero era un desierto deseando sangre fresca, el problema era que la sangre que deseaba era la de Jackson y este había dejado muy en claro que no estaba interesado en jugar al "donador de sangre".

Mark deseaba atreverse a bajar el vidrio de la ventana, el aroma salvaje de lobo dentro del carro era casi más de lo que podía tolerar. Eso era tormento puro, estar tan cerca de lo que quería, el único cuerpo que necesitaba y ser incapaz de saciar su sed. Y no era solo que estuviera sediento, cada respiración con el cálido olor del castaño, cada mirada hacia los músculos del cuerpo sentado tranquilamente a su lado, cada mirada a esos ojos avellana hacia que el deseo de Mark aumentara. Era casi una abrumadora necesidad por tocarlo, acariciarlo y que le exigía sostener a Jackson más cerca y encajar los colmillos en su cuello mientras este entraba profundamente dentro de su cuerpo, todo eso estaba siendo demasiado. 

Es el único al que llama mi sangre, lo reconoce como mi Coeur de Sang incluso si él no lo hace. Debo ignorarlo. Pero, ¿cómo ignorar una necesidad que estaba rápidamente convirtiéndose en algo tan vital como respirar? Eso casi hacía que se alegrara de sentirse tan débil para no poder hacer nada por sus apetitos carnales. Después de rechazar su oferta de placer oral en la cochera de su casa, Jackson estaba a la defensiva, sus emociones eran como una oscura nube de dudas, lujuria y vergüenza que lo cubrían con una invisible e impenetrable niebla. Estaba siendo cuidadoso, muy cuidadoso para mantenerse en su propio lado en el carro, por mantener una distancia prudente entre ellos. 

Mark se preguntaba sobre la crueldad del destino, que había hecho no solo que se enlazara para toda la eternidad con un enemigo de su raza sino que además con un hombre que se rehusaba a reconocer sus deseos por alguien de su propio sexo. Tratar con alguno de esos problemas por separado podría ser manejable, pero juntos creaban un casi insuperable obstáculo para formar cualquier tipo de relación. Era obvio que el cambia formas deseaba disolver su parcialmente formado lazo para nunca volver a saber de él, ese pensamiento hacía que Mark se sintiera como si le exprimieran el corazón. Si tan solo el lobo pudiera admitir sus sentimientos, si tan solo pudiera permitirle cruzar sus cuidadosamente construidas defensas...