CAPÍTULO XIII: Confesión.

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Hopmond posee aquel estilo moderno y cosmopolita muy atrayente para muchos; vivir ahí no implica el rodearse de un ambiente tranquilo y silencioso como lo es el caso de Wibston, quien posee muchos colores y una modernidad adaptada a sus grandes ra...

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Hopmond posee aquel estilo moderno y cosmopolita muy atrayente para muchos; vivir ahí no implica el rodearse de un ambiente tranquilo y silencioso como lo es el caso de Wibston, quien posee muchos colores y una modernidad adaptada a sus grandes rasgos monárquicos, o como Merrel, rodeado de bosques y habitantes alegres. Hopmond era la gran ciudad del país de Vrend. Claro, que cuando extrañas a tus amigos, tanto como Jack Weston lo hacía, no te importaría el pasar tres días rodeados de carros, edificios gigantes y mucho bullicio, lo que es más importante en aquellos momentos, es el pasar tiempo con los que quieres y extrañas.

Salió del terminal de buses con una sonrisa; el invierno casi se había esfumado, por lo que el clima se había tornado mucho más cálido en comparación a los meses anteriores.

—¡Por aquí, Jack! —Una voz femenina que reconoció al instante, llamó su atención.

—¡Ame! —gritó al verla parada cerca a la entrada, junto a su novio, Isaac.

Depositó su pequeña maleta sobre el suelo y se abalanzó sobre ellos con una gran sonrisa.

—¿Cómo estás, rulitos? —le preguntó Isaac mientras caminaban hacia su auto. Él era casi de su misma altura, cabello castaño al igual que su novia y un rostro que era la envidia de todos.

—No me digas así, por favor. —El apodo que había usado Isaac le recordó a la vez en la que Pierce lo había llamado así.

—¿Por qué? —se quejó él, indignado. —Ese apodo te lo puse yo, no me digas que no te gusta.

—No es eso, es que...no importa. Llámame como quieras.

—Bueno, bueno. —habló Amelie un tanto risueña. —Te hemos echado tanto de menos; la casa de Merrel está lista y los preparativos de la boda están casi al noventa por ciento. No sabes cuán feliz estoy de que hayas regresado.

—Sí, imagínate que me obligó a... —lo que tenía que decir Isaac, no pudo terminarlo. Esto gracias al golpe que le provisionó Amelie en el brazo, como forma de reproche. —Digo... —se corrigió. —Hemos pedido estos tres días de descanso en la editorial. Obvio fue mi idea, nadie me obligó, ni me amenazó, ni me coaccionó, ni...

—Ya, Isaac. Ya entendimos. —le dijo Amelie con mirada severa, haciendo reír a los dos chicos.

...

—Vale, vale. Cuéntanos ahora el drama con aquella chica.

—No es nada, Amanda. —aseguro Jack dándole una mordida a su trozo de pizza.

Se encontraban en una pizzería cercana al centro de Hopmond.

—Esa cara no me dice eso; me dice "estoy triste porque ella no me ama"

Isaac disfrutaba el molestar a Jack con respecto este tema.

—Ella no me ama, es la verdad. No me quiere, y ya tiene novio. —confesó Jack sin levantar la mirada.

Señorita Gales © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora