Lo que nos une (Zoro x Reader)

Capítulo 20

— Id a almorzar, después me traéis algo. — insistió Zoro sentándose en el suelo de nuevo frente a la chica mientras el resto salía de la enfermería.

Observó a la joven, quien respiraba pausada y tranquilamente, mientras varios líquidos entraban por su cuerpo a través de unas vías conectadas a su brazo.

— Han pasado ya casi diez días, enana, despiértate de una maldita vez...— susurró antes de cerrar los ojos, cada vez le dolía más verla ahí.

Se estaba empezando a quedar dormido cuando escuchó un par de quejidos. Su ojo se abrió y se levantó con rapidez del suelo.

Era _____. Su nakama estaba mostrando algo de vida por primera vez desde que la cogió antes de caer al suelo llena de sangre. Desde aquel trágico momento la única acción que la relacionaba con la vida era su débil respiración. Y ahora ahí estaba la enana, quejándose, pero no abría los ojos.

Comenzó a ponerse nervioso y sus ojos se pusieron vidriosos al acercarse a ella y ver que también había derramado un par de lágrimas. ¿Por qué lloraba? ¿Le dolería algo?

— ¡Chopper! ¡Torao! — gritó lo más fuerte que pudo desde el pasillo.

Ambos doctores llegaron velozmente a la sala; de hecho, Law apareció de la nada. Mientras observaron varias constantes, solo pudieron llegar a una conclusión:

— Se está despertando. — afirmó el de ojos grises mirándola con una sonrisa.

_____ abrió sus ojos poco a poco y notó como comenzaba a lloverle encima. No podía hablar, y tampoco podía enfocar bien la vista. Por no poder, no podía ni mover un dedo. ¿Qué le pasaba? Escuchaba gritos, pero no distinguía bien qué estaba pasando. Tras un largo rato, mientras escuchaba diversas voces comenzó a distinguir las dos figuras que se encontraban prácticamente sobre ella.

— ¿Chopper? ¿Law?

Se sorprendió a sí misma al pronunciar aquellos nombres, pues apena le salió voz. Tosió un poco para intentar aclarar su garganta mientras la lluvia seguía cayendo sobre su rostro. Al toser notó un dolor agudo en el pecho.

De repente se dio cuenta, no estaba lloviendo, Chopper no podía parar de llorar sobre ella y Law no podía dejar de observarla sorprendido. La chica había sido capaz de distinguir que eran ellos, había sido capaz de hablar e incluso notó algo de movimiento en su cuerpo. Aquello no era para nada normal en un paciente inconsciente durante tantos días. ¿Qué había estado haciendo su amiga, estar en coma o bailar cuando nadie más la veía? En realidad, le daba igual la explicación a todo eso, la enana estaba mejor de lo que se esperaba, y eso le hacía feliz.

La bailarina giró un poco el cuello lentamente y, con mucho esfuerzo, pudo ver como un peliverde la observaba de forma inquieta, parecía nervioso y agitado.

— Zoro...

— ¡¡¡¡Enana!!!!

— ¡Mugiwara-ya ni se te ocurra estrujarla!

Trafalgar y Roronoa empezaron a detener a Luffy para que no abrazase a _____ debido a su lamentable estado, mientras ella comenzaba una conversación con su médico:

— ¿Cuánto tiempo?

— Diez días contando hoy.

— Dios, debo dar mucha pena ahora mismo.

Chopper negó y rompió a llorar otra vez.

— ¡Has tardado mucho en despertar! — exclamó también Luffy llorando, algo agobiado al ser prisionero de los brazos del cirujano y el espadachín.

El resto de las voces que escuchaba anteriormente sin apenas distinguirlas pudo atribuirlas esta vez al resto de Mugiwaras.

— ¡_____! — exclamó Sanji emocionado. Ella le sonrió débilmente al situarse éste en su campo de visión. — Pensé que jamás te volvería a preparar ese batido de vainilla que tanto te gusta...