15- ¿Hay osos aquí?

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chaleco/chaleca/chaqueta/buso/

Ambos chicos salieron de la casa, con sus manos tomadas y sus dedos entrelazados, a mirar las bonitas estrellas en el cielo, a disfrutar la noche.  

Harry había decidido salir sin algún chaleco, ignorando las palabras de Louis, así que el ojiazul acomodo dos chalecos en su cuerpo sin que el rizado lo notara, por que sabía que el ojiverde tendría frio luego y así podría prestarle alguno de sus abrigos. 

Y fue realmente una mala idea, por que ahora sentía el calor en su cuerpo, pero no iba a admitir aún lo que estaba haciendo por el rizado. 

Fue cuando la mano de Harry tembló por un escalofrió que el ojiazul se quitó una de sus chalecas, soltando la mano de el contrario para colocársela por sobre los hombros.

- Te dije que te abrigaras, Hazz

El nombrado soltó unas cuantas risas y acomodo el chaleco adentrando sus brazos en las mangas del chaleco, sonriendo al ver que consiguió lo que quería.

Si, Harry dejó su chaleco solo para que el castaño le prestara el suyo, pero no espero que el ojiazul se colocara dos chalecas solo para dejar una para el. 

- Lou, ¿Por que usabas dos chalecos?

Habló aquel tramposo rizado con un notable tono de diversión y una hermosa sonrisa en sus labios. 

- Por que yo tenía razón y con lo suficiente que se de ti, se que eres muy terco como para dejarme traer otro chaleco 

Harry soltó una carcajada asintiendo y continuo caminando. 

- Hazz, ¿Qué tal si hablamos un poco de nosotros? hay muchas cosas que desconocemos del otro

Preguntó el ojiazul, con una bonita sonrisa mientras ambos chicos seguían caminando

- Si, es una buena idea 

Respondió el rizado, sonriente.

Y así la noche comenzó a pasar, ambos chicos contándose pequeños detalles en sus vidas y caminando, deteniéndose a ratos para admirar las estrellas. Las horas pasaron rápidamente y para cuando llegaron a la cabaña ya eran las cuatro de la mañana, así que entraron de la manera mas cuidadosa que pudieron, buscando no hacer ningún ruido lo suficientemente fuerte para despertar a alguien.

- Si nosotros nos

- Podemos 

Ambos rieron de manera nerviosa mientras hablaban a la ves 

-Volteamos

- Voltearnos 

Louis desvió la mirada y el rizado se sonrojó, sintiéndose nervioso.

- y vestirnos así 

Susurro el ojiazul, ambos estaban nerviosos, decir que no de deseaban era mentir y con eso, mas con lo mucho que se gustaban, era suficiente con solo pensar el ver un poco del cuerpo del otro para que se sintieran nerviosos.

Era algo nuevo para el ojiazul, la rapidez de su corazón, las mariposas en el estomago, sus mejillas tornándose de un color rojo... Harry lo hacía sentir así.

No sabía si era demasiado pronto para todo lo que sentía, pero no le importaba, realmente le había dejado de importar por que lo que sea que Harry estuviera haciendo, lo estaba haciendo feliz con eso.

Para Harry, era extraño, ese sentimiento estaba ahí y no era la primera vez... pero era diferente, lo que sentía y era casi inevitable compararlo con lo que llegó a sentir antes, eso le ayudó a entenderlo, se sentía mucho más feliz. 

Verte de nuevo -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora