Habían ciertas chicas, hermanas de estos siete chicos que por una fiesta infantil, se hicieron inseparables. El sueño de Jeon Jungkook era que sus amigos y él fueran alfas, como mínimo betas, no le tocó mucha suerte cuando solo uno de ellos, Jimin...
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—Omega.
—¡Ah! Ya me habías preocupado, pensé que estabas escribiendo mientras conducías, idiota.
—Ya ya, perdón.— Jungkook sonríe, como si un día atrás ellos no estuvieran teniendo una guerrilla de niños bobos.
Los ojos de Jimin apuntaron a la moto, le daba miedo montarse a esa cosa si, sin embargo sabía que una vez el olor del alfa llegara a sus fosas nasales su cuerpo entero se iba a tranquilizar. La verdad es que el rubio no quería ocultar nada de lo que el otro provocaba en sí, pero sabía que tenía que respetar las decisiones que tomara. Un "¿Nos vamos o no?" salió de su propia boca, sonó desesperado y repentinamente nervioso, ¿Porqué se habían quedado ahí parados sin decir ni una sola palabra?
—Quiero hablar unos segundos contigo.— Respiro profundamente, quizás igual de nervioso, esperando respuesta.
—¿Sobre qué? Si es por lo de las fotos... solo jugaba, ya sabes...
—Si, claro.— Una risita salió de sus labios, Jungkook tampoco ayudaba mucho, menos cuando se apoyaba tan coquetamente en un poste cercano. —Es solo que yo, no podría tomarme eso como un juego más.
¿Hacía calor no? ¿Era el suéter? Jimin quería quitárselo, si, el suéter. La sonrisa en el rostro, las palabras que provinieron de esa boca, la repentina cercanía que tenían, el ambiente conmovedor, quería quitar todo de un solo guiño, quizás. De alguna forma sabía que eso no iba a ser cierto, ni para siempre, sabía que las cosas no eran tan sencillas y no deseaba para nada que el momento perdurara tan poco.
—¿Pero?— Se atrevió a preguntar.
—Necesito pensar antes de intentarlo.— El alfa suspiró. —Porque quiero protegerte omega, pero sino soy capaz no podría perdonármelo.
—Empieza por llamarme por mi nombre.
—No vayas tan rápido.
—Ni siquiera puedes decir me gustas correctamente.
—No me gustas.— Jimin se rió con sorna, sintiéndose rechazado, por más que su orgullo estuviese en la borda su personalidad salía a brote en momentos así. Definitivamente ese alfa era todo un rompecabezas, hasta él mismo lo pensaba al darse cuenta de la forma dura en que lo dijo. —De todos modos, me arriesgo sin saber si sientes algo parecido.
—Bien, pero no esperes demasiado de mi.— El omega se acercó y depositó un pequeño beso en su mejilla —Yo hago las cosas diferentes, ¿vamos?
Vamos si, Jeon Jungkook quiso llevarse a Park Jimin consigo en esa moto, en todos los atardeceres posibles. ¿Extraño no?
