06/06/2021

1 1 0
                                    

Querido lector/a:

Hoy me acordé de él. Así que solo por un momento fingiré que eres esa persona.
Recordé aquellas veces donde solíamos charlar, hablar sobre las cosas más simples de la vida, y por un lapso de tiempo volví a estar sumida en una placentera eternidad, inundada por tu recuerdo. Sin embargo, esta vez no fue suficiente. Recordé como el tiempo pasaba tan rápidamente a la hora de estar contigo, pero que a la vez este se paralizaba, y solo por un momento éramos tú y yo, nada más. Tan fácil de sentirlo al mirarte, pero tan difícil de recitar. Simplemente, el lugar y el tiempo no tenían dimensión cuando se trataba de ti. Pero hay algo que siempre tan bruscamente me aterriza, y es el hecho de qué tal vez a ti te de igual. Creo que mi corazón no quiere aceptar qué tal vez no tenga lugar en tu vida.
Me despedí sin siquiera haberlo hecho, y ahora cargo con el peso de las palabras que debí haberte dicho.

Me pregunto si acaso las cosas habrían sido diferentes de haber tomado otra postura u otra actitud. Me pregunto si pensarás en mi, pero lo más probable es que no quiera saber la respuesta.

Solo quisiera saber si acaso fui lo suficientemente importante como para dejar huella en tu vida, aunque sea en un trozo de ella. Pero tu silencio lo dice todo, y aunque no dices nada, me lastima.

Con esto comprobé en carne propia que la indiferencia es un arma de doble filo, capaz de estrujar la mente y el alma. Dime que me odias, dime que no soy nadie para ti... porque si, la duda tortura. No pido mentiras de seda, quiero la verdad punzante para de una vez dejarte atrás.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Corazón de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora