URSS x Tercer Reich

~1~

Un grito que no pudo seguir su curso salió de mi boca... era grande, sentía como si me fuera a partir en dos, solo deje que mis lagrimas siguieran su curso, temblaba, estaba asustado, me dolía horriblemente el ano, el maldito sabía que esto pasaría, estaba preparado, traía condón lubricado. Ya sin fuerzas y totalmente gobernado por el miedo le suplique, le rogué mientras lloraba que se detuviera.

Yo: (con una voz débil y temblorosa) por... favor... detente... te lo suplico... por favor, URSS... duele...

URSS: (retiro semejante proyectil de dentro de mí, coloco su boca sobre mi hombro, se quedó en silencio durante un rato, mientras que sollozos resonaban por la habitación) Te odio...

Yo: (creo que escuchar eso me dolió más, mucho más que el dolor que tenía entre mis piernas) ... Te amaba...

URSS: (me acerco a mi oído, sin ánimos aparentes de querer soltarme) Te amo...

Yo: (me sorprendió escuchar eso, aunque seguía igual de aterrado) Mentiroso... eres un maldito... mentiroso.

Comenzó a besarme el cuello, me acariciaba los muslos, también acariciaba mi torso, jugando de vez en cuando con mis tetillas, retiro su mano de mi espalda, me tomo de la cintura, me atrajo hacia él, mientras que con la otra mano sostenía mi mentón, para bajar lentamente hasta mi entrepierna. Me dio vuelta bruscamente, nuestras miradas se encontraron, mientras me sostenía de la cadera, me besaba el cuello, me acariciaba, mis piernas temblaban no podría mantenerme de pie durante mucho tiempo.

Hubo un silencio de mi parte, deje de llorar, deje de temblar, ya no sentía miedo, tenía sed... sed de sangre, mi alter ego hizo presencia, ahora las cosas serian distintas... me acerque a sus labios, para lamer su mejilla, mientras me iba echando hacia atrás, al momento de llegar hasta la mesa, me senté en ella, como pude me corrí hacia atrás, para alcanzar a colocar uno de mis pies sobre la mesa, mostrando así totalmente mi entrepierna... él me miro confundido, no entendía que era lo que estaba ocurriendo, saque mi lengua mientras la movía sensualmente de un lado al otro, emitiendo cortos gemidos.

URSS: (me acerco desconfiadamente) ¿Nazi? ¿Estás bien? ¿Qué tramas?

Yo: (lo mire fijamente y con una voz sensual, mientras mostraba mis afilados dientes) Ven aquí bastardo comunista o me temes... te quiero dentro.

URSS: (estaba confundido, no lograba entender mi cambio de conducta, era normal, jamás mostré esta faceta delante de él) ¿Estas bromeando?

Yo: (volví a insinuarme coquetamente) Vamos, ¿no que era tuyo? O solo fue palabrería, ven y poséeme lame culo americano.

Esta vez se acercó, nos besamos apasionadamente, introduciendo nuestras lenguas a las bocas contrarias, unas mordidas sutiles en sus labios, coloque una de mis piernas rodeando su cintura, sus besos se trasladaron a mi cuello, luego al torso, llegando al vientre. Por mi parte gemía, mientras soltaba risas picaras, lo miraba con lujuria, todo mientras mi corazón amargamente lloraba. El termino por soltar mis brazos, rodee su cuello, mientras le susurraba al oído y le daba pequeñas mordidas en el cuello. Lo forcé a sacarse la ropa superior para exponer su fornido cuerpo, acariciaba su espalda a la vez que le enterraba las uñas.