Nuestra Historia (Irasue y Inu no taisho)

Una belleza inigualable

Sin pensarlo más Toga se transformó en una bola de luz para llevarla más rápido a su habitación, la dejó con delicadeza, como Rumo no estaba tuvo que invocarlo diciendo su nombre y ordenando que se haga presente.

—¿Qué pasó mi Lord? —Rumo acomodó su bolsa donde lleva sus hierbas.

—Ella...ella.... hay diablos ¡¡Ya va a nacer!!

Ni bien terminó de decir las últimas palabras Rumo abrió a más no poder sus ojos, corrió junto a Toga rumbo a la habitación, amarró su cabello mientras ordenaba a Moji y Nara extraer el jugo de algunas plantas.

—Cuánto cree que esto.... ahg...que tardaré en dar a luz.

—No sabría decirte con exactitud, no todos los partos son igual, por ejemplo el de Nara duro varias horas.

—Bueno creo que será mejor retirarme —ella tomó la mano de Toga para impedirle irse.

—Necesitará tu apoyo, además, como padre no creo que te quieras perder el nacimiento de tu bebé.

A los minutos Moji y Nara entraron con varios vasos en los cuales traían el extracto de las plantas, Rumo las mezcló todas y para que tenga un mejor sabor le puso un poco de azúcar, Irasue cada que sentía una contracción apretaba la mano de Toga, una vez que tomó el jugo sintió cómo el dolor disminuía.

—Debes ser fuerte —animó Nara colocando un lienzo en su frente.

—Señor Rumo creo que es momento de que empiece.

—Moji asegúrate de estarle cambiando el lienzo, Nara debes mojarle su cuello y mejillas, Mi Lord, le pido que coloque la cabeza de Irasue sobre sus piernas para que esté en una mejor posición.

Cada uno de los nombrados siguieron las órdenes de Rumo al pie de la letra, Irasue sontió más fuerte las contracciones a pesar de haber bebido el jugo, al tener bastante energía en su cuerpo no está cansada, comenzó a pujar mientras trataba de normalizar su respiración.

¡Un poco más!

Trataba de autocalmarse pues los segundos pasaban y las cosas se ponían aún más tensas.

—Cariño tu puedes. ¡Ya falta poco para que llegue!

—Lo sé, pero el bebé está dando mucho trabajo, siento que cada vez es más fuerte.

—Su sangre demoníaca es muy fuerte, debes darlo todo, debes de ser más fuerte que él —Rumo estaba preocupado pues si la situación se pone grave tendría que sacar al bebé por otro método donde la madre suele perder la vida.

Yoshi, Saya y Renzo se encontraban afuera de la habitación con los pelos en punto, aunque no escuchaban los quejidos de Irasue por el hechizo que Toga puso en la habitación saben que es un trabajo difícil.

—Iré por más agua caliente, Nara, cuida de ella.

Moji está angustiada, aprecia bastante a Irasue y le duele verla sufrir, al igual que los demás sólo le queda esperar que las cosas salgan bien.

—Apenas pasó media hora desde que empezó el labor de parto.

—Si Nara, pero ya tuvo un gran avance, está cerca de ternerlo, sólo un poco más.

—Nara, cambiemos de lugar —una vez que cambiaron de lugar se agachó a la altura del vientre y depositó un beso—. Tu madre está dando todo de si, ahora es momento que tú también lo hagas.

Ella siguió pujando con todas sus fuerzas, en todo el palacio se sintió como una presencia aterradora crecía con cada segundo, todos en palacio comenzaron a estar en alerta pues pensaban que algo malo llegaría a pasar, los comandantes por su parte trataron de calmarse ya que ellos saben que es el aura del bebé.