Capítulo 1: La Otra Madre

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Volver a casa con este día es imposible. Entre la lluvia, el frío, y el viento, me cuesta mucho ir a casa, teniendo en cuenta que voy sin paraguas, y desabrigada. Mi madre me va a volver a regañar por haber llegado tarde a casa, pero no me importa. 

Corro muy rápido pero me aparto al ver el pozo. Hace exactamente cuatro años buscaba el pozo, y mi amigo Wybie me encontró y me dijo que si caía en el pozo, podría ver las estrellas de lo profundo que era.

Giro alrededor del pozo sin mirarlo, pero no puedo evitarlo. Tiré la mano de la otra Madre y la llave al Otro Mundo pero tengo la sensación de que ella todavía sigue aquí, en alguna parte. Han pasado cuatro años pero para mí es como si hubiese sido ayer.

Llego a casa empapada y muerta de frío. Mi madre, como no, me regaña, tal y como esperaba.

-Llegas a casa otra vez empapada y muerta de frío-.Dice ella enojada-.

-Lo siento, es que fui a explorar por ahí-.Digo.

-¿Cuando vas a dejar de explorar y soñar y comenzar a pensar en tu futuro?-. pregunta mi madre con preocupación-.

-Nunca, no quiero pensar en el futuro, quiero disfrutar el presente-. Digo yo, mientras me voy a mi habitación-.

- Sólo piénsalo-. dice ella-.

Le hago caso omiso y me voy a mi habitación. Me acuesto en mi cama y miro a la única muñeca que he conservado, y es la peor, la muñeca de la Otra Madre.

No tengo ni idea de porque sigo conservando esa muñeca. Se supone que después de haber tirado la llave y la mano de la Otra Madre debería haber tirado la muñeca. Llámame paranoica, pero cuando la miro aún tengo escalofríos. Intento no mirar a los botones de la muñeca que tiene en los ojos. Dan mucho miedo.

Apago la luz y me duermo. Últimamente no puedo dormir por las múltiples pesadillas que sufro, sobre la Otra Madre y el Otro Mundo. Se supone que ya lo he superado, pero el terror se apodera de mí y me hace tener insomnio. Mis padres me han dado unas pastillas para que concile el sueño, pero no funcionan.

3:00 AM: Pesadilla

Me encuentro en el Otro Mundo, en el comedor. Huelo olor a pancakes recién hechas. Me dirijo a la cocina.

La Otra Madre, oye mis pasos y se gira. Es aterradora. 

Su rostro, blanco como el papel, tiene numerosas cicatrices no cerradas que gotean sangre. Su cabello, grasiento y enredado, a consecuencia de los muchos años encerrada. Y finalmente, sus ojos de botón chorrean sangre pero tiene la mirada hambrienta. Eso me inquieta.

De mis ojos empiezan a salir lágrimas de miedo. Ella se da cuenta y sonríe.

- Coraline-su voz era ronca y rasposa-.

- Déjame en paz -contesté aterrada-.

- ¿Porque te fuiste? Mira como me has dejado, pronto moriré. Y tú? Mírate el rostro, con ojeras por esas pesadillas, flaca y sin alegría. 

- Esto es una pesadilla. Tú no eres re...

- Y con ese trastorno...- pronunció con enfásis-.

- Qué?

- Dulce e ingenua Coraline, Trastorno de estrés postráumatico

- No lo entiendo, vete de mi vida...

- Tu vida Coraline? No eres la única víctima, deberías de saberlo. He estado aquí desde hace siglos. Los niños infelices, como tú, con problemas, los atraigo con cosas atractivas para que caigan en mis garras y devorarlos. Cuando era humana, tenía una nieta, que murió en un incendio. Los ojos, son las ventanas del alma, así que le cosí botones y sonrisa de Glasgow para que mi niña aún viviera. Paranoica me llamaron. Y poco a poco, con cada niño hacía lo mismo, quería no sentirme sola, y les hacía un favor quitándoles su desdichada vida-.

- Lo has hecho con otros. Porque lo haces?

Ella sonrió, y me tomó del mentón.

- Porque, cuando coso botones, los llevo conmigo. A otra vida.

Dicho esto la Otra Madre desapareció.



Me despierto.


Primer capítulo✌🏻. Estoy más inspirada que nunca y escribo a todo meter. También estoy escribiendo mi libro de Psicología, que pueden leer. Prontito escribiré el segundo capítulo (más largo que este).

Gracias por leer y no olviden votar💕.




Coraline 2: FearlessWhere stories live. Discover now