Capítulo 2: La visita

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Me despierto sudando y gritando como una desquiciada. Mi madre, llega a mi habitación y intenta tranquilizarme.

-¡Coraline!

-La Otra Madre va a venir a por mí... -.

-¿Qué estás diciendo? Has tenido otra pesadilla... -.

-Parecía muy real-.

-Creo que deberías tener otra visita con la dra. Smith y hablarle de tus pesadillas, seguro ella te ayudará.

-De acuerdo - respondo con un suspiro-.

A pesar de que mi madre sonríe, no parece feliz. Como yo.

Ella ya insinuaba que tenía problemas de Insomnio, depresión y ansiedad. Por eso, me lleva al psicólogo, con la esperanza de que pueda ser la niña que antes era.

Nos metemos en el coche y arranca hacia la clínica. En el camino, intenta comenzar una conversación.

- Sabes, creo que puede ser que tengas esquizofrenia -me dice con cautela-.

- ¿Crees que tengo esquizofrenia porque digo la verdad? La Otra Madre ha vuelto, lo sé, lo vi en la pesadilla, y no estoy loca-.

- Nunca he dicho que estés loca. Pero me parece muy raro, que a tu edad, sigas soñando fantasías-.

- ¡No son fantasías! Es la verdad, pero nadie lo entiende. Pasó hace cuatro años y ha vuelto a pasar. La llave al otro mundo la tiene ella-.

- Lo que digas. Ya hemos llegado. Sé educada y explícale todo -me pide-.

- Seré educada si ella lo es - contesto mientras entro a la clínica-.

Entro y la recepcionista no me atiende.

- ¿Hola?-.

Está con su teléfono, y me mira por arriba.

- Anda hola... No te había visto-.

- No importa-.

- ¿Nombre?- pregunta con impaciencia-.

- Coraline Jones, ¿puedo pasar?-.

- Según tu informe, tienes 15 años recién cumplidos, para poder pasar sola tienes que tener mínimo 16 años, o si no permiso de un tutor legal-.

- Aquí está -le enseño-.

- De acuerdo, puedes pasar-.

- Gracias-.

Voy a la sala número ocho, donde se escuentra la dra. Smith, mi psicóloga.

Entro y ella me mira con una sonrisa falsa.

- ¡Coraline! Qué alegría verte, ¿como estás? -me pregunta-.

- Sobreviviendo -contesto cansada-.

Smith suelta una risa extremadamente falsa de nuevo, un intento fallido de alegrar un poco el ambiente.

- Cuéntame, ¿cómo van tus pesadillas?-.

Sé que no me va a creer, pero no me quedo callada. Digo la verdad.

- Sigo teniendo pesadillas muy terroríficas, que no me dejan dormir-.

Ella toma nota.

- ¿No te funcionan las pastillas de melanina que te di el mes pasado? -pregunta estupefacta-.

- No, he incluso intentado tomarlas en diferenentes horarios para variar, pero nada-.

Asiente y sigue escribiendo rápidamente en su libreta.

- Vale, te doy estas otras más intensas, puede ser que tengas más cansancio de lo habitual pero son más efectivas. Dile a tu madre que te las dé cada cuatro horas por la noche-.

Me da las pastillas y yo las guardo en el bolsillo de mi chaqueta.

- ¿Cómo son las pesadillas?-.

- Son de terror, hay una mujer muy escalofriante que me dice cosas y me amenaza-.

- Ajá, y esa mujer que dices, ¿cómo es físicamente? La asocias con alguien?-.

- Es muy alta y delgada, con la piel muy pálida, pelo negro grasiento e enredado, cicatrices muy terroríficas y ojos de botón- digo con voz temblorosa la última característica-.

- Entonces no la asocias con nadie cercano a ti-.

- No, no tengo idea de quién es -miento-.

Suspira.

- Que lástima, si supieras quién podría ser hubiese sido más fácil tratarlo. Creo, Coraline, que si hubieses reconocido a esa mujer, tus pesadillas hubiesen sido resultado de un trauma pasado que conoces, ya que si te acuerdas de un sueño es un mensaje que tu cerebro te envía a ti-.

No puedo mentir, necesito respuestas, así que me echo para atrás.

- He mentido- digo-.

-¿Cómo dices?- pregunta-.

- Si que conozco a esa mujer. La he visto antes y me he enfrentado a ella. No espero que usted lo entienda, sin ofenderla-.

Ella me mira, y asiente

- Por supuesto. Yo no puedo entender lo que pasa en tu vida porque no soy tú. Tomaré notas de esto último también. Gracias, puedes irte -.

Me indica con la mano la salida que ya sé de sobra. 

- Adiós-.

- Adiós, recúperate-.

Salgo de su sala y me despido de la recepcionista.

Me meto en el coche de mi madre.

- ¿Ya está? Esta visita ha sido rápida -dice asombrada-.

- Sí -contesto secamente-.

- ¿Qué tal ha ido? -pregunta-.

- Normal. Hemos hablado y le he contado todo, además me ha dado estas pastillas para dormir mejor-.

Las saco de mi bolsillo y se las doy para que las vea.

- Qué bien, seguro que con éstas dormirás mejor-.

- Lo intentaré-.

- Sabes que me tienes para todo. Siempre te voy a intentar ayudar-.

Le doy un beso en la mejilla y asiento.

- Lo sé, mamá.

Y vamos para casa.

755 palabras wii✌🏻. Cada vez los voy haciendo más largos. Intentaré publicar capítulo lo más seguido posible. Gracias por leer y no olviden votar💕.


Coraline 2: Fearlessحيث تعيش القصص. اكتشف الآن