Me despierto sudando y gritando como una desquiciada. Mi madre, llega a mi habitación y intenta tranquilizarme.
-¡Coraline!
-La Otra Madre va a venir a por mí... -.
-¿Qué estás diciendo? Has tenido otra pesadilla... -.
-Parecía muy real-.
-Creo que deberías tener otra visita con la dra. Smith y hablarle de tus pesadillas, seguro ella te ayudará.
-De acuerdo - respondo con un suspiro-.
A pesar de que mi madre sonríe, no parece feliz. Como yo.
Ella ya insinuaba que tenía problemas de Insomnio, depresión y ansiedad. Por eso, me lleva al psicólogo, con la esperanza de que pueda ser la niña que antes era.
Nos metemos en el coche y arranca hacia la clínica. En el camino, intenta comenzar una conversación.
- Sabes, creo que puede ser que tengas esquizofrenia -me dice con cautela-.
- ¿Crees que tengo esquizofrenia porque digo la verdad? La Otra Madre ha vuelto, lo sé, lo vi en la pesadilla, y no estoy loca-.
- Nunca he dicho que estés loca. Pero me parece muy raro, que a tu edad, sigas soñando fantasías-.
- ¡No son fantasías! Es la verdad, pero nadie lo entiende. Pasó hace cuatro años y ha vuelto a pasar. La llave al otro mundo la tiene ella-.
- Lo que digas. Ya hemos llegado. Sé educada y explícale todo -me pide-.
- Seré educada si ella lo es - contesto mientras entro a la clínica-.
Entro y la recepcionista no me atiende.
- ¿Hola?-.
Está con su teléfono, y me mira por arriba.
- Anda hola... No te había visto-.
- No importa-.
- ¿Nombre?- pregunta con impaciencia-.
- Coraline Jones, ¿puedo pasar?-.
- Según tu informe, tienes 15 años recién cumplidos, para poder pasar sola tienes que tener mínimo 16 años, o si no permiso de un tutor legal-.
- Aquí está -le enseño-.
- De acuerdo, puedes pasar-.
- Gracias-.
Voy a la sala número ocho, donde se escuentra la dra. Smith, mi psicóloga.
Entro y ella me mira con una sonrisa falsa.
- ¡Coraline! Qué alegría verte, ¿como estás? -me pregunta-.
- Sobreviviendo -contesto cansada-.
Smith suelta una risa extremadamente falsa de nuevo, un intento fallido de alegrar un poco el ambiente.
- Cuéntame, ¿cómo van tus pesadillas?-.
Sé que no me va a creer, pero no me quedo callada. Digo la verdad.
- Sigo teniendo pesadillas muy terroríficas, que no me dejan dormir-.
Ella toma nota.
- ¿No te funcionan las pastillas de melanina que te di el mes pasado? -pregunta estupefacta-.
- No, he incluso intentado tomarlas en diferenentes horarios para variar, pero nada-.
Asiente y sigue escribiendo rápidamente en su libreta.
- Vale, te doy estas otras más intensas, puede ser que tengas más cansancio de lo habitual pero son más efectivas. Dile a tu madre que te las dé cada cuatro horas por la noche-.
Me da las pastillas y yo las guardo en el bolsillo de mi chaqueta.
- ¿Cómo son las pesadillas?-.
- Son de terror, hay una mujer muy escalofriante que me dice cosas y me amenaza-.
- Ajá, y esa mujer que dices, ¿cómo es físicamente? La asocias con alguien?-.
- Es muy alta y delgada, con la piel muy pálida, pelo negro grasiento e enredado, cicatrices muy terroríficas y ojos de botón- digo con voz temblorosa la última característica-.
- Entonces no la asocias con nadie cercano a ti-.
- No, no tengo idea de quién es -miento-.
Suspira.
- Que lástima, si supieras quién podría ser hubiese sido más fácil tratarlo. Creo, Coraline, que si hubieses reconocido a esa mujer, tus pesadillas hubiesen sido resultado de un trauma pasado que conoces, ya que si te acuerdas de un sueño es un mensaje que tu cerebro te envía a ti-.
No puedo mentir, necesito respuestas, así que me echo para atrás.
- He mentido- digo-.
-¿Cómo dices?- pregunta-.
- Si que conozco a esa mujer. La he visto antes y me he enfrentado a ella. No espero que usted lo entienda, sin ofenderla-.
Ella me mira, y asiente
- Por supuesto. Yo no puedo entender lo que pasa en tu vida porque no soy tú. Tomaré notas de esto último también. Gracias, puedes irte -.
Me indica con la mano la salida que ya sé de sobra.
- Adiós-.
- Adiós, recúperate-.
Salgo de su sala y me despido de la recepcionista.
Me meto en el coche de mi madre.
- ¿Ya está? Esta visita ha sido rápida -dice asombrada-.
- Sí -contesto secamente-.
- ¿Qué tal ha ido? -pregunta-.
- Normal. Hemos hablado y le he contado todo, además me ha dado estas pastillas para dormir mejor-.
Las saco de mi bolsillo y se las doy para que las vea.
- Qué bien, seguro que con éstas dormirás mejor-.
- Lo intentaré-.
- Sabes que me tienes para todo. Siempre te voy a intentar ayudar-.
Le doy un beso en la mejilla y asiento.
- Lo sé, mamá.
Y vamos para casa.
755 palabras wii✌🏻. Cada vez los voy haciendo más largos. Intentaré publicar capítulo lo más seguido posible. Gracias por leer y no olviden votar💕.
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Coraline 2: Fearless
الرعبEsta es la continuación de la película y novela bestseller de Neil Gaiman, Coraline. La historia original no me pertenece y esto es puro entretenimiento.