Sexagésima Segunda Alma

1.8K 320 48
                                    


『❝Finalmente me dormí hablándome de ti❞』

Cuando YoonGi había salido al día siguiente de su casa había decidido pensar un poco en aquello que le había dicho YoonA el día anterior, las cosas en su mente tomaban forma pero aún así no sabía si creer o no en sus palabras.

Lastimosamente todo lo que salía de su venenosa boca tenía sentido y YoonGi lo odiaba porque no podía sentirse pleno. Había algo en su interior que le decía que algo estaba mal, pero su lobo no se comunicaba con él y no sabía qué hacer o cómo actuar.

─Y aún así hoy es la Luna de sangre ─Se dijo a sí mismo en voz baja, paseándose por la ciudad mientras veía a las personas comprar cosas y arreglar sus casas alegremente, quizá demasiado alegres para su amargada actitud.

¿Qué se supone que haría él? No podía dejar a JiMin, pero formar un lazo estando enojados no era la mejor manera de aclarar las cosas.

No sabía si confiar en JiMin. Al principio había decidido que aquella marca no cambiaba nada, sin embargo cambiaba todo. Le daba rabia sentir impotencia.

Maldijo por lo bajo y se acercó hacia uno de los puestos para comprar un poco de bebida, necesitaba aclararse un poco.

─JiMin te va a traicionar ─Aseguró ella.

─¿Por qué estás tan segura de eso? ─Contraatacó él─, siempre me dices cosas a medias, jamás me das algo claro. JiMin no me traicionaría.

─¿Ayer no fue a Zafiro? ─Gruñó YoonA─, pensé que tus hombres te lo habían informado.

─No me hables de esos inútiles. Les he puesto a pagar por incompetentes.

─No desvíes el tema ─Dijo mirándolo con presencia filosa─. Te arrepentirás de confiar en JiMin. No estés tan seguro de todo lo que el mocoso te dice.

─No hablas nunca directamente, ¿No?

─Mañana es la Luna de sangre, YoonGi. Mañana verás de lo que te estoy hablando.

Bebió de una sola aquella cerveza que el hombre le había dado, de repente con el ánimo por los suelos. Le molestaba tanto tener bajones, y sin embargo estaba ahí tomando sin saber por qué correctamente.

Sí, debía enfrentarlo. Suponía que sabría cómo hacerlo cuando se encontrase frente a él.

『❝Almas Gemelas❞』

YoonGi lo había dejado encerrado en la casa, y JiMin solamente podía sentir pena por los centinelas que recibían su furia pues el alfa les había ordenado estrictamente que no debían dejarlo solo.

Casi sentía pena por los hombres, pero si JiMin era sincero consigo mismo no podía importarle eso en lo más mínimo. YoonGi había salido hacía bastante tiempo y aún no volvía, bien sabía que ese día no le tocaba ir a su trabajo precisamente por la Luna de sangre.

Todo el mundo estaba con esos preparativos por lo que escuchaba hablar a los hombres que custodiaban la puerta, pero no podía ver nada. Se sentía como Rapunzel, encerrado en aquel lugar sin poder salir.

Sentía impotencia y también podía sentir sus manos temblar, pues conforme iba anocheciendo su lobo se ponía cada vez más y más sensible.

Rogaba porque Zafiro no fuese violenta, pues realmente no los conocía como tal. Lo único que había podido hablar medianamente bien con sus miembros lo había hablado con esos tres, y de ellos a un pueblo entero había una gran diferencia.

Almas Gemelas •• YoonMin ••Where stories live. Discover now